Actualmente, hay pilotos y tripulación listos para enfrentar emergencias, respondiendo el llamado que haga la autoridad. Con el sistema de “roles de alerta”, los equipos pueden responder a una emergencia en 60 minutos, desde que su apoyo es solicitado.
Siendo hijo de militar, conoció la vocación de servicio a muy temprana edad, motivándolo a ingresar al Ejército. Como piloto militar, ha podido participar, desde 2010, en distintas operaciones de apoyo a la comunidad, durante distintos tipos de emergencias, incluyendo rescate durante erupciones volcánicas y aludes. “Son misiones de alto estrés y fatiga, y debemos poder cumplir la misión que se nos encomiende, siempre con el fin último de apoyar a quien lo necesita. Eso es lo que hacemos, tanto en la paz como en la guerra, estamos para servir a todos los chilenos”, afirmó el Capitán.
Consultado sobre la misión que más lo marcó, el Capitán Tapia no tarda en recordar lo ocurrido durante su destinación en Iquique, hace un par de años, cuando, producto de un aluvión, participó en el rescate de una mujer haitiana en trabajo de parto. “La particularidad de esa operación es que ella no hablaba español, entonces no tenía cómo comunicarse con la gente del Servicio de Salud. Afortunadamente, tuvo un buen final y el bebé nació sin problemas”.
Sintiendo el agradecimiento de la gente, la misma que anónimamente se acerca a él tras operativos de control de incendios, el oficial de 34 años, casado y padre de una niña, mantiene su convicción de seguir creciendo en su carrera militar. Su norte está en convertirse en piloto al mando de helicóptero Cougar e ingresar a la Academia de Guerra, siempre con el fin de estar donde sea necesario para apoyar a la comunidad.
Fuente: Ejército