- La salida de los primeros dientes y el cambio a los definitivos son momentos cruciales para el cuidado bucal de los más pequeños, según destaca la dentista y docente María Ignacia Allende.
Cuidar la salud oral de los bebés y niños pequeños es clave para que crezcan con dientes sanos y fuertes. Según María Ignacia Allende, cirujana dentista y docente de Santo Tomás sede Puente Alto, en la primera infancia existen al menos 2 hitos fundamentales para el cuidado bucal: la salida de los primeros dientes y el cambio a los dientes definitivos.
“A partir de los 6 meses empiezan a salir los primeros dientes. Este es un momento ideal para visitar al odontopediatra. Esta consulta temprana no solo permite conocer el estado de la boca de los infantes, sino que también brinda la oportunidad de recibir orientación a los padres sobre las mejores prácticas de higiene,” explica la especialista. En esta primera visita pueden aprender sobre la correcta cantidad de pasta dental, el uso adecuado del cepillo y otros cuidados esenciales.
El segundo hito es el cambio a los dientes permanente, que ocurre alrededor de los 6 años. “Esta etapa es crucial para reforzar los hábitos de cuidado dental, asegurándose de que los niños se sientan cómodos. Familiarizándolos con el proceso de revisión dental y sentando las bases para una sonrisa saludable a lo largo de toda su vida”, enfatiza.
Hábitos para una boca sana desde el primer año
Uno de los aspectos más relevantes es propiciar el cepillado dental como una práctica natural y cercana. Incorporándolo dentro de la rutina diaria de los niños y niñas. “Es importante que ellos manipulen el cepillo dental para que vean ese momento como algo natural. Hacerlo un momento divertido puede permitir inculcar este hábito con mayor facilidad,” explica la docente. El tiempo de cepillado es variable. Por lo general se recomienda que los adultos lo hagan por más de dos minutos. Sin embargo, para los niños no hay un tiempo establecido.
Elegir un cepillo de dientes adecuado es clave para la salud bucal. Este debe ser de cerdas suaves, tanto para niños como adultos, ya que las cerdas duras pueden llegar a desgastar los dientes. “Desde la aparición del primer diente se debe realizar el cepillado utilizando un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. La cantidad de pasta depende de la edad: de 0 a 2 años debe ser similar a un grano de arroz, entre los 3 y 6 años se usa la cantidad del porte de una lenteja. En adelante es necesario una cantidad similar a una arveja,” agrega la especialista.
Por otro lado, se recomienda suspender el uso del chupete y la mamadera a más tardar a los 2 años para evitar problemas dentales. Su uso prolongado puede generar anomalías óseas que requerirán ortodoncia, lo cual es incómodo y costoso. Finalmente, la dentista María Ignacia Allende enfatiza en la necesidad de visitar regularmente al odontopediatra para que los niños puedan crecer con una sonrisa fuerte y sana.
Con estas recomendaciones se puede generar un hábito saludable para toda la familia que repercutirá de manera positiva en una vida adulta libre de caries.
Fuente: Simplicity