- El octavo reporte de Déficit Cero muestra que el Plan de Emergencia Habitacional ha tenido progresos significativos en la construcción de viviendas, aunque los resultados varían según región y programa. Hay más de 184.500 viviendas finalizadas y entregadas, incluyendo tanto la construcción de nuevas unidades como subsidios de arriendo y ayudas para acceder a créditos.
- El reporte, además, sostiene que es urgente comenzar la discusión legislativa sobre cómo continuar y fortalecer el PEH para consolidar los avances y abordar los desafíos pendientes.
Santiago, mayo 2025.- A menos de un año para que termine el plazo del Plan de Emergencia Habitacional (PEH) -la iniciativa que busca generar 260 mil viviendas durante este periodo presidencial- Déficit Cero lanzó su octavo reporte, que revela un panorama mixto respecto a los avances. Si bien los números generales son optimistas respecto a la meta, sobre todo considerando el rendimiento del último año, el desempeño ha sido dispar entre programas y regiones. Hay una mejora en la finalización y entrega de viviendas, con más de 184 mil 500 unidades completadas, pero los avances en zonas críticas y programas específicos presentan desafíos que requieren continuidad y fortalecimiento a través de un marco legislativo renovado.
A pesar de los avances en la construcción de viviendas iniciadas, estas siguen estando por debajo de las metas presupuestadas, especialmente en programas como el D.S. 49 y el D.S. 19, considerados pilares de la política habitacional en el país. El D.S. 49, al considerar tanto el programa regular -Fondo solidario de elección de vivienda- como otras líneas de acción como la vivienda municipal, microrradicación y arriendo a precio justo, entre otras, presenta un 48% de subsidios aún en ejecución, lo que representa un gran desafío, considerando que es el programa con la meta más ambiciosa.
En el resto de las líneas programáticas se aprecian avances más alineados con los objetivos. El D.S. 19 ha alcanzado 67.945 viviendas finalizadas, un 70% de su meta, con 56 mil unidades en ejecución. “A pesar de lo anterior, el Programa de Integración Social y Territorial (D.S. 19) tuvo una caída importante en la cantidad de viviendas finalizadas en el último año, y el número de viviendas en ejecución ha ido en declive -en marzo 2022 había más de 75 mil viviendas en ejecución y en marzo 2025 el número se redujo a 56 mil-, lo que podría comprometer la continuidad de la generación de esa magnitud de viviendas para el próximo período”, señaló Saúl Ketterer, analista de estudios y políticas públicas de Déficit Cero. En esa línea, Trinidad Vidal, directora de políticas públicas de Déficit Cero, agregó que “estamos en un momento crítico donde la continuidad de estos esfuerzos debe materializarse a través de una discusión legislativa del futuro del Plan de Emergencia Habitacional. Necesitamos un plan fortalecido que perpetúe lo logrado, institucionalice estas políticas y aborde con eficacia los desafíos pendientes en las regiones más afectadas”.
Desempeño regional
Las regiones del norte han mostrado avances más lentos; en Antofagasta hay solo un 32% de avance y 45% de viviendas sin iniciar. Pese a esto, en regiones como Arica y Parinacota y Atacama se están ejecutando más viviendas que las contempladas originalmente. Otro caso relevante es el de la región Metropolitana y Valparaíso, donde un 40% de las viviendas se encuentran en ejecución a solo un año del término del gobierno. En tanto, las regiones del sur superan la meta anualizada del PEH. Por otra parte, las regiones con mayor aumento en la ejecución de unidades habitacionales son la Magallanes, Ñuble y Los Lagos.
Así, el aspecto crítico que revela el reporte es la situación en el norte del país, donde no se está llegando a las metas establecidas. “Es preocupante porque es precisamente en estas regiones donde existe mayor demanda”, agregó Vidal subrayando la urgencia de focalizar esfuerzos en Antofagasta, región y ciudad más crítica, con cifras preocupantes de avance y otorgamiento de subsidios. “Esta disparidad regional refuerza la necesidad de un nuevo marco legislativo que priorice y garantice recursos específicos para estas zonas críticas”, puntualizó.
Nuevas líneas de acción
Cuando se lanzó el PEH, este tenía metas concretas para regiones y programas. Si bien el objetivo de las 260.000 viviendas se mantuvo, con el paso de los meses este se ha ido logrando mediante la generación de soluciones adicionales y a programas cuyos avances se fueron incorporando en el cómputo final. Así, se diversificaron las herramientas para poder entregar soluciones a través de créditos o subsidios, sin embargo “estas medidas no se explicitaron en el marco del plan, ni se dieron a conocer las metas concretas para cada una de ellas; se hace complicado evaluar el plan”, enfatizó Ketterer, quien agregó que “se incorporaron nuevos diseños y líneas de acción con cada reporte, pero no se indicaron en las metas. No sabemos cuántos FOGAES se querían entregar por año o cuánto subsidio para adulto mayor”.
De acuerdo al reporte, ahora es momento de transformar la experiencia del PEH y continuarlo o crear uno nuevo con respaldo legislativo, que establezca metas claras y que asigne recursos específicos para cada línea de acción. “El déficit habitacional es un problema estructural que no se resuelve en un solo período gubernamental. Se necesita un compromiso de Estado que trascienda los ciclos políticos y garantice la continuidad de las soluciones”, indicó Vidal.
En esa línea, el reporte destaca la necesidad de impulsar estrategias más allá de la construcción tradicional para abordar el déficit habitacional de manera integral. Estas estrategias podrían complementar los esfuerzos actuales diversificando las soluciones habitacionales. Un marco legislativo renovado permitiría institucionalizar estas innovaciones y asegurar que los avances logrados hasta ahora se consoliden como políticas habitacionales permanentes. “La urgencia de iniciar cuanto antes la discusión legislativa sobre el futuro del Plan de Emergencia Habitacional es evidente. No podemos permitirnos perder el impulso conseguido ni dejar en el aire los miles de proyectos que aún están en ejecución. El acceso a la vivienda adecuada debe ser una prioridad nacional que convoque a todos los sectores políticos”, concluyó Vidal.
Fuente: Déficit Cero.