Se trató de una actividad “académica”, dijo la autoridad sanitaria.
Hoy miércoles 29 de julio se presentó un recurso administrativo contra la decisión del Instituto de Salud Pública por medio de la cual la autoridad sanitaria se negó a investigar e iniciar un sumario contra tres facultades de la Universidad de Chile denunciadas por infracciones al Código Sanitario. Esto luego de que se desarrollaran una serie de talleres que enseñaban a las asistentes cómo hacer un aborto casero con pastillas de misoprostol, medicamento que según la propia autoridad resulta gravemente peligroso para la salud femenina.
El año 2000 el Instituto de Salud Pública dictó un reglamento que restringe la venta de misoprostol para embarazadas ya que “se han reportado efectos adversos serios que incluyen perforación del útero, hiperestimulación uterina, hemorragia vaginal severa, muerte maternal y/o fetal al usar este producto como inductor del parto o abortivo”.
Entre abril y mayo de este año se realizaron talleres que promueven el mal uso de este medicamento con fines abortivos, y donde también se vendían Manuales para realizar abortos caseros, esto en las Facultades de Medicina, Derecho y Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile. En su oportunidad, frente a la denuncia de estos hechos realizada por la ONG Comunidad y Justicia, el Decano de Medicina, Manuel Kukuljan, reconoció la ilegalidad de la actividad y señaló que “una cosa es dar información y otra es promocionar algo no permitido” (La Segunda, 8 abril 2015).
Sin embargo, durante el proceso sanitario el Decano de Derecho, Davor Harasic, informó a la autoridad que los talleres de abortos caseros eran una actividad “académica” protegida por la libertad de cátedra, lo cual constituye parte de la función pública de la Universidad, dice su informe.
La semana pasada el Instituto de Salud Pública decidió no investigar los hechos ocurridos en la Universidad de Chile, declarando que “la Universidad de Chile, en el ejercicio de sus funciones, y haciendo uso de sus facultades, ha destinado un espacio físico al desarrollo de un taller. Esa actividad no es perseguible por esta autoridad sanitaria, en tanto se encuentra amparada por la autonomía académica y libertad de cátedra que detenta todo establecimiento educacional y, más aún, una universidad”.
Desde la ONG Comunidad y Justicia señalaron que “esta decisión es absurda: la actividad no era “académica”; no expuso ningún profesor o académico; tampoco era un debate; se trató sencillamente de una actividad ilegal, dirigida a promocionar el mal uso de un medicamento con fines abortivos, engañando a las asistentes sobre los verdaderos riesgos para la salud de las embarazadas. Lo único que exigimos es que se investigue”.
El recurso administrativo presentado por la ONG de derechos humanos busca que el Instituto de Salud Pública modifique su decisión y ordene dar curso a la investigación sanitaria, aclarando quiénes y qué intereses existen detrás de la propaganda ilegal de este medicamento que, siendo mal usado, pone en grave riesgo la salud de muchas mujeres.
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Se comparte video subido a You Tube que muestra en qué consistían realmente los talleres realizados en la Universidad de Chile: https://www.youtube.
Fuente: Comunidad y Justicia.