La iniciativa cuenta con la participación de estudiantes del Magíster en Ciencias de la Ingeniería con mención en Ingeniería Bioquímica (MIB) y del Doctorado en Biotecnología (DBT) de la casa de estudios.
Transformar el dióxido de carbono en compuestos de alto valor industrial mediante un proceso bioelectroquímico, alineado con los principios de la química verde y el concepto de biorrefinería, es el objetivo de una investigación llevada adelante por académicos de la Escuela de Ingeniería Bioquímica de la PUCV
La iniciativa es financiada por la Dirección de Innovación de la casa de estudios y está liderada por las académicas Carminna Ottone y Stephanie Braun, junto a los investigadores Germán Aroca, Lorena Wilson y Raúl Conejeros.
A través del estudio de enzimas formiato deshidrogenasas (FDH), se busca mejorar la eficiencia y estabilidad en la conversión de CO₂ en ácido fórmico, clave para procesos sostenibles.
El equipo trabaja en la producción, caracterización e inmovilización de nuevas FDH de origen bacteriano y fúngico, con la idea de integrarlas a un sistema de regeneración electroquímica de NADH.
Esta investigación abre nuevas posibilidades para la captura y transformación de CO₂, como también para el descubrimiento y producción de nuevas enzimas, aportando soluciones concretas a los desafíos ambientales actuales.
Carminna Ottone, académica de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, señaló “este proyecto demuestra la versatilidad que tienen los sistemas biológicos para dar respuesta a un sinfín de requerimientos industriales y confirma el compromiso que tenemos como escuela de desarrollar soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para mantener nuestro estilo de vida actual”.
La iniciativa, además, cuenta con la activa participación de estudiantes del Magíster en Ciencias de la Ingeniería con mención en Ingeniería Bioquímica (MIB) y del Doctorado en Biotecnología (DBT), quienes han aportado con su trabajo al desarrollo experimental y análisis de resultados, fortaleciendo su formación académica e investigativa.
Para Sara García, estudiante e investigadora del proyecto, participar de este proyecto “ha sido fundamental para mi crecimiento profesional, ya que me ha permitido ampliar mis habilidades y experiencias en el área de cultivos celulares, lo que ha enriquecido mi formación y me ha brindado herramientas valiosas para mi futuro laboral”.
Por su parte, Romina Valencia, estudiante de postgrado, destacó que “este proyecto fue una experiencia clave para mi formación profesional. Desarrollé autonomía en el laboratorio, mejoré la toma de decisiones y fortalecí el trabajo en equipo. Aprendí a gestionar el tiempo, mantener la disciplina y adaptarme ante imprevistos, comprendiendo que la teoría no siempre se aplica tal como se espera en la práctica. Esta experiencia me entregó herramientas técnicas y personales fundamentales para mi futuro profesional.”
El proyecto ha fomentado colaboraciones internacionales con el Politécnico di Torino (Italia) y la Universidad Autónoma de Barcelona (España), y ya ha dado frutos con dos recientes publicaciones científicas en las revistas Microporous and Mesoporous Materials.
Fuente: PUCV.