Fue necesario que cientos de miles de chilenas y chilenos salieran a las calles del país el pasado 24 de Julio para que el grave drama de las jubilaciones y pensiones se pusiera en el debate público y en la agenda de prioridades del Gobierno, la clase política y los empresarios. Esa multitudinaria marcha familiar gatillada al conocerse el jubilazo de Myriam Olate, ex esposa del Presidente de la Cámara de Diputados, mostró en toda su magnitud la indignación de las mayorías ante los abusos y la corrupción que han caracterizado a las élites en el Gobierno, el Congreso y los partidos políticos quienes, más allá de sus particulares ideologías de derecha o de izquierda, se plegaron al poder del dinero acumulado en manos de unos pocos gracias a un modelo heredado de la dictadura y del que han profitado sin pudor.
Nadie discute el tremendo impacto de la primera Marcha Familiar que obligó a todas a todos a pronunciarse forzando incluso un cambio radical del discurso de la propia Presidenta Bachelet, sin embargo, tenemos la convicción de que no fue suficiente, tanto no lo fue que en la cadena nacional reciente del Gobierno, el mensaje presidencial mostró voluntad de cambios ciertamente, pero cambios en el marco del propio modelo de capitalización individual desconociendo que lo que la gente exige es NO+AFP, ni privada, ni estatal, obligando por ende a convocar a una segunda versión de la marcha familiar.
A pocas horas de realizarse la segunda marcha familiar, los antecedentes recabados en todo Chile hablan que la convocatoria ha prendido con fuerza inusitada en la gente, lo que nos permite prever una jornada con resultados incluso mejores que los conocidos el 24 de Julio pasado, lo que nos permitirá entregar un mensaje categórico al Gobierno rechazando su planteamiento enmarcado en la lógica de maquillajes al modelo sin resolver el drama de fondo y manteniendo el derecho a jubilarse bajo la lógica del lucro.
El Gobierno está hablando por sus hechos y sus hechos muestran que no hay voluntad de reforma previsional a fondo y que lo que se pretende modificar bajo el modelo actual, se hará en un “acuerdo nacional” en que los invitados de lujo serán empresarios, partidos políticos y Congreso, relegando a los trabajadores a un rol pasivo de meros observadores.
Tenemos la certeza de que la segunda marcha familiar será un éxito rotundo, pero sabemos también que eso no será suficiente y por ello, en el acto central del 21 de Agosto la Coordinadora NO+AFP hará nuevos llamados a la gente a movilizarse, con la mirada puesta en la necesidad de llegar a fines del presente año a una gran Huelga General de las y los trabajadores, como medida de fuerza necesaria para lograr el objetivo.
Fuente: Prensa CONFUSAM.