- Las cinco autopistas que gestiona VíasChile dieron a conocer sus medidas de contingencia para el periodo invernal 2025. Se trata de la Autopista Central (Ruta 5), Rutas del Pacífico (Ruta 68), Autopista Los Libertadores (Ruta 57), Autopista Los Andes (Ruta 60) y Autopista Nueva Aconcagua (Ruta 5, Tramo Santiago – Los Vilos)
- Los planes contemplan estrategias principalmente preventivas para abordar riesgos asociados a factores climáticos, tales como lluvias intensas, fuertes vientos, bajas temperaturas y bancos de niebla, los cuales pueden impactar la seguridad vial en distintos puntos de la ruta.
Con el objetivo de garantizar la seguridad y el adecuado funcionamiento de la infraestructura vial durante el período invernal, las cinco autopistas que gestiona VíasChile dieron a conocer sus medidas de contingencia, trabajadas desde enero para estar preparados ante eventuales condiciones adversas generadas por eventos climáticos. Se trata de la Autopista Central (Ruta 5 y el Eje General Velázquez), Rutas del Pacífico (Ruta 68), Autopista Los Libertadores (Ruta 57), Autopista Los Andes (Ruta 60) y Autopista Nueva Aconcagua (Ruta 5, Tramo Santiago – Los Vilos).
“Nuestro Plan de Invierno 2025 contempla estrategias preventivas y reactivas para abordar riesgos asociados a factores climáticos, tales como lluvias intensas, fuertes vientos, bajas temperaturas y bancos de niebla, los cuales pueden impactar la seguridad vial en distintos puntos de las concesiones que gestionamos. Queremos ser enfáticos: nuestra prioridad es la seguridad de todos los usuarios. Por ello, estamos preparados y mantenemos un monitoreo constante de las condiciones climáticas e infraestructura para actuar de manera oportuna ante cualquier emergencia”, señaló Christian Arbulú, director de operaciones de VíasChile.
La implementación de los planes de contingencia de las autopistas estará vigente desde el 1 de abril hasta el domingo 31 de agosto de 2025. Desde VíasChile hacen un llamado a todos los usuarios a colaborar en el tránsito, prestando atención a las condiciones del camino y evitando maniobras riesgosas.
Las principales medidas de las autopistas
Las medidas se implementarán a través de cuatro fases para garantizar la seguridad y operatividad de las rutas. Así, la Fase I corresponde al periodo previo a la contingencia, y consiste en la revisión del estado de conservación de la infraestructura, para asegurar el buen funcionamiento de la concesión. Además, se identifican los sectores de mayor riesgo que deben ser observados regularmente ante una condición climática desfavorable, estableciéndose las medidas a implementar ante la eventualidad.
La Fase II refuerza la vigilancia y monitoreo, con especial atención a cauces de ríos y esteros cuando corresponda, implementando alertas tempranas para prevenir o mitigar emergencias. Esta fase mantiene una permanente inspección de las obras y en especial aquellos puntos críticos identificados, esto permite prevenir situaciones más graves y activar el plan de acción de acuerdo con las características de los eventos climáticos.
Posteriormente, se lleva a cabo la Fase III del plan, que es clave en la gestión de incidentes. Los planes de acción impulsado por las autopistas están adecuados a las características correspondientes a cada zona. Sin embargo, en general el procedimiento ante una emergencia consiste en la activación inmediata del sistema de respuesta ante emergencias; señalización adecuada de los puntos afectados para evitar accidentes; información en tiempo real a los usuarios sobre la emergencia; evaluación en terreno de los daños y coordinación con la Inspección Fiscal del Ministerio de Obras Públicas para la toma de decisiones; y una coordinación operativa con entidades públicas y concesionarias colindantes para agilizar la respuesta.
Por otro lado, para la implementación del plan de contingencia y la operación de la ruta, se contará con un equipo especializado compuesto por patrulleros, operadores de grúas, conductores de ambulancias, rescatistas, paramédicos y personal de mantenimiento y control. Además, se dispondrá de maquinaria especial para emergencias, junto con un sistema de móviles de emergencia estratégicamente ubicados para una respuesta rápida y efectiva ante cualquier incidente en la vía.
Finalmente, la Fase IV evalúa los efectos del período invernal. Corresponde a la fase potencialmente ocurrida la emergencia y de existir hechos relevantes que alteren las condiciones de tránsito u otro hecho importante, por efectos de daños en las obras, la sociedad concesionaria emitirá un informe a la autoridad, indicando las medidas correctivas adoptadas.
Fuente: Corpo