- El cerebro, formado por más de 86.000 millones de neuronas, requiere hábitos saludables y evaluaciones preventivas para preservar su funcionamiento y prevenir enfermedades neurodegenerativas1.
- Tecnologías como la tomografía computarizada y la resonancia magnética permiten detectar cambios estructurales y funcionales en etapas tempranas, facilitando diagnósticos precisos y tratamientos oportunos.
Bogotá, agosto de 2025. Conformado por cerca de 86.000 millones de neuronas y capaz de generar nuevas conexiones a lo largo de toda la vida, el cerebro es uno de los órganos más complejos y resilientes del cuerpo humano1. Sin embargo, su delicado equilibrio puede alterarse por hábitos inadecuados, enfermedades y factores ambientales. Protegerlo prolonga nuestra capacidad de pensar, recordar y adaptarnos, previniendo el deterioro cognitivo antes de que ocurra.
El cerebro, que representa solo el 2% del peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía que produce nuestro organismo. Esta alta demanda energética, junto con su exposición constante a estímulos, lo hace vulnerable a la inflamación, la falta de oxígeno y el estrés oxidativo2. Teniendo esto en cuenta, la combinación de hábitos saludables y un monitoreo médico oportuno puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades como el accidente cerebrovascular, el Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
Cinco claves para cuidar la salud cerebral:
- Actividad física regular: Hacer ejercicio aeróbico con regularidad ayuda a que el cerebro cree y fortalezca conexiones entre sus neuronas, lo que favorece la memoria y el aprendizaje.3
- Alimentación balanceada: dietas como la mediterránea, ricas en omega-3, antioxidantes y vitaminas del complejo B, reducen la inflamación y protegen la mielina que recubre las neuronas.4
- Estimulación cognitiva: aprender idiomas, tocar un instrumento o resolver problemas complejos fortalece las redes neuronales y retrasa la pérdida de memoria.
- Sueño reparador: durante las fases profundas del sueño, el sistema glinfático elimina desechos metabólicos asociados a la neurodegeneración.5
- Evaluaciones preventivas: la detección temprana de cambios estructurales o funcionales es clave para iniciar tratamientos efectivos antes de la aparición de síntomas graves.
“Las tecnologías de imágenes diagnósticas han revolucionado nuestra capacidad de observar el cerebro en detalle. La tomografía computarizada y la resonancia magnética, por ejemplo, permiten visualizar desde microhemorragias hasta variaciones en la conectividad cerebral, sin procedimientos invasivos. Esto nos ayuda a identificar alteraciones en etapas muy tempranas y a diseñar estrategias de tratamiento personalizadas” señala Celso Alvarado, Gerente de Producto de Tomografía Computarizada en Siemens Healthineers.
Cuidar el cerebro es una estrategia para preservar nuestra identidad, creatividad y autonomía. Un enfoque integral que combine hábitos saludables y los chequeos médicos pueden marcar la diferencia entre reaccionar tarde o actuar a tiempo.
Fuente: Llorente y Cuenca