Se trata de profesionales sin fronteras que “viven” viajando y trabajando de forma remota, para lo cual aprovechan la tecnología. Los espacios flexibles les permiten libertad, comodidad, formar parte de comunidades en torno a esta modalidad e incrementar las posibilidades de aumentar las redes contacto, entre otros.
Santiago, 14 de agosto.- En una época en que la libertad de trabajar desde cualquier lugar del mundo ya no es una utopía, los espacios colaborativos de trabajo se han convertido en la meta de los nómades digitales. Estos lugares no solo ofrecen un escritorio e internet, sino que además permiten formar comunidades y adoptar la flexibilidad más allá de lo laboral, es decir, como estilo de vida.
Sin embargo, primero cabe preguntarse ¿qué son los nómades digitales?: son profesionales sin fronteras que “viven” viajando y trabajando de forma remota, para lo cual aprovechan la tecnología, sin importar la zona en que se encuentren. Para estos nómades del siglo XXI -que ya suman más de 40 millones alrededor del mundo, según la plataforma de análisis Demandsage-, los espacios flexibles son clave, ya que les permiten trabajar con comodidad desde cualquier parte del mundo.
En este contexto, desde WeWork -líder mundial en espacios flexibles- señalan las ventajas de adaptarse a los lugares colaborativos de trabajo. “En primer lugar, la libertad que entrega esta modalidad laboral otorga comodidad para quienes cambian de ciudad frecuentemente. Así, los nómades digitales pueden sumergirse en un sinfín de culturas y países”, sostiene Romina Diepa, People Partner Manager de WeWork LATAM.
Esta práctica creció exponencialmente después de la pandemia, ya que empresas de diversos rubros entendieron que el teletrabajo es una posibilidad concreta, conveniente y agradable para sus colaboradores.
Otra ventaja de los espacios colaborativos radica en el ambiente que se genera dentro de estos lugares, debido a que se reúnen profesionales de diversas disciplinas, por lo que fomenta el intercambio de ideas y las posibilidades de aumentar las redes contacto. Además, pueden ofrecer servicios e infraestructuras similares a las que se podría tener en una oficina tradicional, tales como conexiones a internet de alta velocidad, salones de reuniones y zonas para descanso, entre otros.
Según una Encuesta realizada en 2024 por WeWork a líderes empresariales de las principales industrias en Reino Unido y Estados Unidos, el 59 % de las empresas que planean expandir su espacio físico optarán por formatos flexibles, en lugar de oficinas tradicionales.
En síntesis, los espacios colaborativos son de gran ayuda para los nómades digitales. Más allá de los beneficios laborales, aquí encuentran las facilidades sociales, un sostén emocional e interacción con otros permanentes viajeros, pues vivir en constante movimiento podría ocasionar aislamiento social.
“Adicionalmente, estos espacios permiten ahorro económico, integración laboral y cultural, y la libertad de trabajar en ambientes enriquecedores y agradables para los nómades digitales”, concluye Diepa.
Fuente: e-press