- El estudio –dado a conocer en un seminario que contó con la presencia de destacados académicos y miembros de la sociedad civil– detectó que un 67% de los encuestados presenta problemas de salud mental, mientras que más de la mitad reconoce que el bajo ánimo afecta su desempeño y relaciones laborales. Además, la medición detectó que cuatro de cada diez han sido agredidos verbal o físicamente por estudiantes, pese a que el 76% dice sentirse seguro en su establecimiento.
Santiago, 24 de octubre de 2025.– El Laboratorio de Investigación e Innovación Docente de la Universidad San Sebastián (LIID-USS), el Instituto de Bienestar Socioemocional (IBEM) y el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo (CILED) de la Universidad del Desarrollo, junto a Elige Educar y la Fundación Santillana; dieron a conocer los resultados del Índice Nacional de Bienestar Docente, estudio pionero y de alcance nacional que busca conocer en profundidad el bienestar de las y los docentes en Chile.
Dentro de sus principales resultados, arroja que el 67% de los encuestados declaró tener problemas de salud mental. En este grupo, el 30% los califica como “leves”, el 19% como “moderados”, el 12% como “moderadamente severos” y el 7% como “severos”.
La encuesta, aplicada de manera online a docentes de todo el país, provenientes de establecimientos municipales, particulares subvencionados y particulares pagados, reveló además que más de la mitad (51,6%) señaló que el bajo ánimo les dificultó “un poco” realizar su trabajo o relacionarse con otros, mientras que uno de cada cuatro (22,9%) indicó que fue “muy” o “extremadamente” difícil.
Alto compromiso
Entre los datos que destacan en la encuesta se encuentra el alto compromiso laboral docente hacia los estudiantes, que alcanza un promedio de 4,44 en una escala de 1 a 5. Este es menor con los colegas (4,01), lo que evidencia que el vínculo entre pares constituye el aspecto más débil del compromiso laboral docente.
Para Paulina Guzmán, directora del LIID-USS, “la falta de equilibrio entre compromiso y salud mental erosiona progresivamente el compromiso docente. Factores como el deterioro emocional van debilitando el vínculo con la profesión. Este fenómeno explica que cerca del 20% de los docentes abandone la docencia antes de cumplir cinco años de ejercicio. La deserción no responde a falta de vocación, sino al desgaste prolongado que se acumula cuando no existen condiciones que cuiden su bienestar integral”, señala.
Precisamente, el objetivo del estudio fue comprender en profundidad la experiencia para mejorar la práctica docente. En esa línea, para Consuelo del Canto, directora de Investigación e Incidencia de Elige Educar, “promover el bienestar no puede limitarse a iniciativas individuales, requiere de políticas integrales y sostenidas. Para esto, es necesario involucrar a todos los actores de la comunidad escolar, desde el gobierno central, los sostenedores, equipos directivos de los establecimientos, los docentes, los asistentes de la educación y otros profesionales de apoyo, las familias, y los niños y niñas”, sostiene.
Cuatro de cada diez profesores han sido agredidos por un estudiante
Si bien un 76,1% de los docentes se siente seguro en su establecimiento, frente al 23,9% que no, el Índice de Bienestar Docente reveló cifras preocupantes sobre violencia e inseguridad. Cuatro de cada diez profesores manifestaron haber sufrido algún tipo de agresión por parte de estudiantes. El 60% indicó no haber sido agredido nunca, mientras que el 25% señaló que ocurrió “dos o tres veces en todo el período”, el 8% “al menos una vez al mes” y el 5,4% “al menos una vez a la semana”.
Aun así, el 57% declara que la convivencia dentro de su establecimiento escolar es “buena” o “muy buena”, en contraste con el 9% que la define como “mala” o “muy mala”.
Al respecto, Jorge Varela, investigador del IBEM-UDD, explica que “después de la pandemia no hemos logrado hacernos cargo de mejorar las relaciones dentro de los colegios ni apoyar a las comunidades escolares a entender cómo el bienestar de estudiantes también va a predecir la relación con sus profesores y profesoras”.
Bajo apoyo de los equipos directivos
En materia de Liderazgo y Apoyo Institucional en tanto, solo 1 de cada 5 docentes considera que recibe apoyo suficiente de su equipo directivo, y más del 80% percibe que la comunicación con las direcciones escolares podría mejorar y que faltan espacios de contención emocional.
En la misma línea, la investigación muestra que más del 40% de los profesores no ha recibido retroalimentación ni ha sido observado en clases por su director. Adicionalmente, casi el 30% de los docentes percibe que nunca recibió apoyo para resolver problemas de disciplina en la sala de clases.
Sobre esto, Soledad Ortúzar, directora ejecutiva del CILED-UDD, asevera que “muchos directores saben lo que deben hacer para apoyar a sus docentes —observar clases, retroalimentar, acompañar su desarrollo profesional—, pero simplemente no tienen tiempo. La carga administrativa y burocrática los ahoga, impidiéndoles ejercer el liderazgo pedagógico que realmente impacta en la sala de clases. No es falta de voluntad, sino de condiciones para hacerlo”.
Fuente: USS