Precio excesivamente bajo, olores químicos y errores ortográficos son algunas de las señales de alerta que advierten especialistas para evitar fraudes y riesgos para la salud infantil durante estas fiestas.
A pocos días de Navidad, padres, madres y tutores intensifican la búsqueda de regalos para los más pequeños del hogar, siendo los juguetes uno de los artículos más demandados. Sin embargo, expertos advierten sobre el aumento de productos falsificados en el mercado informal, los que no solo constituyen un fraude, sino que también representan un riesgo directo para la salud y seguridad de niños y niñas.
Pedro Palma, Magíster en Arquitectura y Diseño y jefe de la Escuela de Artes e Industrias Creativas de AIEP Valparaíso, explica que “la falsificación utiliza plásticos reciclados o mezclas inestables de baja calidad para reducir costos, lo que se traduce en juguetes que se quiebran en lugar de doblarse. Desde el diseño gráfico, estas copias se evidencian en tipografías incorrectas, colores excesivamente saturados, impresiones de baja calidad y errores ortográficos en envases e instrucciones”.
Para detectar rápidamente un juguete falsificado, el especialista recomienda revisar el producto más de una vez y poner atención a tres indicadores clave:
- Olor: Los plásticos tóxicos suelen desprender un olor químico fuerte y penetrante, distinto al aroma neutro de un juguete regulado.
- Precio: Un valor irracionalmente bajo en comparación con el comercio establecido es una de las señales más evidentes.
- Etiquetado: La ausencia de información del importador, advertencias de seguridad en español o una impresión deficiente en el envase son claras alertas.
Riesgos para la salud: lo barato puede salir caro
La venta de juguetes falsificados no es una falta menor. Se trata de un delito contra la Propiedad Industrial e Intelectual que deja al consumidor completamente desprotegido, ya que no existe un fabricante responsable al cual exigir compensaciones ante eventuales daños.
Daniel Cabrera, jefe de la Escuela de Salud y Deportes de AIEP Sede Valparaíso, advierte sobre los riesgos asociados a este tipo de productos: “Entre los peligros más frecuentes están la asfixia por piezas pequeñas, cortes por bordes afilados e intoxicaciones por sustancias químicas tóxicas. Además, las baterías presentes en algunos juguetes pueden provocar lesiones internas graves si son ingeridas. En verano, los flotadores sin certificación incrementan el riesgo de volcamiento y asfixia por inmersión”.
Finalmente, el profesional hace un llamado a la responsabilidad: “Es fundamental adquirir juguetes originales y mantener siempre una supervisión activa de los menores mientras los utilizan, independientemente del tipo de juguete”.
En estas fiestas, informarse y comprar de manera responsable es una decisión clave para resguardar la seguridad y bienestar de los más pequeños.
Fuente: AIEP