Desde la implementación del Hospital Digital en 2019, nuestro país ha mostrado
avances sistemáticos en el uso de plataformas para ofrecer telemedicina, integrar
bases de datos de pacientes y acercar la atención a zonas rurales
“Chile es un referente regional en salud digital gracias a sus avances normativos y
tecnológicos”, explica María José Gamboa, Líder Clínica en Salud Digital de
Minsait ConoSur.
Santiago, julio de 2025.- Con el invierno aun golpeando fuerte en gran parte del país,
Chile enfrenta el desafío de las enfermedades respiratorias estacionales con una doble
estrategia: fortalecer la vacunación y aprovechar el poder de la tecnología. Bajo este
nuevo paradigma, la salud digital ha pasado de ser un complemento para transformarse
en un pilar fundamental del sistema sanitario chileno.
“Hoy más que nunca, necesitamos combinar prevención con innovación. La salud digital
es una gran aliada para anticiparnos, monitorear y cuidar mejor a nuestras comunidades
frente a los desafíos de morbimortalidad”, sostiene la Dra. María José Gamboa, Líder
Clínica en Salud Digital de Minsait ConoSur, empresa de transformación digital con
presencia en más de 140 países.
Desde la implementación del Hospital Digital en 2019, Chile ha mostrado avances
sistemáticos en el uso de plataformas para ofrecer telemedicina, integrar bases de datos
de pacientes y acercar la atención a zonas rurales. Hoy, ese ecosistema se expande con
nuevos desarrollos como la Historia Clínica Compartida (HCC), que busca integrar la
información clínica y administrativa de cada persona en un solo registro interoperable a
nivel nacional.
Chile: referente regional en salud digital
Para los expertos, la salud digital permite no solo mejorar procesos y agilizar atenciones y
procedimientos que son útiles cuando el sistema convencional puede estar saturado, sino
también, otorgar acceso a la salud a personas que puedan estar más aisladas en zonas
de difícil acceso, cuya complejidad de acceder a un centro asistencial para una consulta
puede terminar siendo un problema. “El contar con acceso a internet, ya es un primer gran
paso que ayuda a las personas a la posibilidad de atenderse sin salir de sus casas, sin
dejar de lado que también es necesario recursos adicionales como adherir tecnología
basada en estándares internacionales específicos para salud”, explica Gamboa.
La profesional destaca que nuestro país es referente en el continente sobre esto,
principalmente por “tener soluciones innovadoras, desde el avance que ha tenido el
Hospital Digital incrementando sus especialidades, incluyendo de manera muy eficiente la
telemedicina con dos modalidades: sincrónica y asincrónica. Además, en cuanto a la
normativa, la ley de interoperabilidad ha ayudado mucho a que se le considere un
referente al respecto”.
Por cierto, uno de los pilares actuales es la transformación del Portal Paciente del
Ministerio de Salud en una aplicación móvil, lo que permitirá a cada persona acceder
desde su celular a sus antecedentes clínicos, vacunas, recetas e incluso alertas
personalizadas. “El objetivo es empoderar al paciente y hacer que participe activamente
en su salud. Que pueda ver su historial, tomar decisiones más informadas y evitar
consultas innecesarias”, comenta Gamboa.
Avances con impacto concreto
Los beneficios del modelo de salud digital ya se sienten en distintos niveles del sistema:
- Zonas rurales: permiten que pacientes accedan a especialistas sin tener que viajar
cientos de kilómetros. - Adultos mayores o personas con enfermedades crónicas: se implementan
soluciones de monitoreo remoto, como dispositivos que alertan sobre cambios en
signos vitales. - Equipos de salud: cuentan con información más integrada para tomar decisiones
clínicas en menos tiempo y con mayor seguridad.
Estas soluciones han sido respaldadas por iniciativas del propio Ministerio de Salud, como
el Plan Nacional de Salud Digital 2020–2030, que establece metas de interoperabilidad,
eficiencia y atención centrada en el usuario. Además, Chile participa activamente en la
Red de Salud Digital de las Américas (PAHO/OPS), colaborando en estándares
internacionales y buenas prácticas.
Desafíos pendientes: ciberseguridad y cambio cultural
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. Uno de los principales es la
ciberseguridad. Con cada nuevo sistema conectado a internet, aumentan también los
riesgos de vulnerabilidad. “La transformación digital debe ir de la mano de la protección de
datos sensibles. En Europa, el modelo del Centro Criptológico Nacional es una
inspiración. Chile necesita avanzar hacia un ‘ciberescudo nacional’ para resguardar la
información clínica de todos los ciudadanos”, sostiene la experta de Minsait.
Otro obstáculo es el cambio cultural dentro del sistema de salud. “La tecnología no
reemplaza al personal de salud, sino que amplifica su capacidad. Hay que capacitar a los
equipos médicos para que lideren esta transformación y al mismo tiempo empoderar a los
pacientes”, agrega.
Este punto es compartido por otros actores. Según el informe “Transformación Digital en
Salud en América Latina” (BID, 2024), más del 60% de los países de la región tienen
dificultades para incorporar herramientas digitales en la atención primaria debido a falta
de formación del personal y resistencia al cambio organizacional.
Lo que viene: un ecosistema predictivo e inclusivo
El objetivo futuro no es solo mantener plataformas activas, sino consolidar un ecosistema
inteligente, seguro e inclusivo. Desde Minsait y otras entidades tecnológicas se apunta a
una salud digital predictiva, capaz de:
- Detectar brotes a través de datos en tiempo real
- Personalizar tratamientos basados en la información clínica y genética
- Automatizar procesos de gestión hospitalaria
- Integrar la participación ciudadana en el monitoreo de riesgos
Chile avanza a paso firme hacia una nueva forma de entender la salud pública. Una
donde el paciente no solo espera ser atendido, sino que participa activamente en la
gestión de su bienestar. Una salud más cercana, preventiva y personalizada.
“Tenemos que dejar de ver la salud digital como una promesa de futuro. Ya es una
realidad que está salvando vidas, mejorando accesos y optimizando recursos. El desafío
ahora es escalarla, protegerla y hacerla parte de la cultura sanitaria del país”, concluye
María José Gamboa.
“El objetivo principal de la inclusión de las diferentes tecnologías en los procesos clínicos
y administrativos es permitir al profesional contar con mayor tiempo en la atención del
paciente, esperando llegar a los objetivos mismos de la medicina es decir que sea
predictiva, preventiva, personalizada, participativa y no solo enfocada en el tratamiento de
la enfermedad”, puntualiza la profesional de Minsait.
Fuente: wecomunicaciones.