La casa de estudios celebró un hito fundacional que marcó el inicio de su historia como referente académico y cultural en la región y el país.
Ante la asistencia de más de 200 personas que se dieron cita en el patio de Casa Central, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso conmemoró los primeros cien años desde la instalación de la Primera Piedra del emblemático edificio que hoy es Monumento Histórico Nacional. Aquel momento marcó el inicio de la institución que hoy es la más grande de la región y una de las cinco mejores universidades del país.
La ceremonia, cargada de emotividad y momentos inolvidables, se enmarcó en las acciones previas a la conmemoración del Centenario de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a realizarse en 2028. La actividad contó con la presencia de autoridades universitarias, eclesiásticas y representantes de toda la comunidad.
En la oportunidad, el rector Nelson Vásquez destacó que “la instalación de la Primera Piedra no es solamente un hecho material, sino un símbolo fundacional que conecta la historia de la institución con su futuro; este hito permite recordar de dónde viene la Universidad y hacia dónde debe avanzar en los próximos años”.
En un contexto marcado por cambios sociales y transformaciones globales, Vásquez recalcó la importancia de detenerse a reflexionar en medio de un mundo acelerado. Señaló que “la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso está llamada a prepararse para los desafíos del Centenario, abriéndose aún más a la sociedad y participando activamente en la búsqueda de soluciones que el país demanda”.
En su discurso, agregó que “las universidades no solo han contribuido al desarrollo de la ciencia y la investigación, sino que también han cumplido un rol fundamental en la preservación del patrimonio, el fomento de las humanidades y la creación de espacios democráticos para el pensamiento y las artes”.
Finalmente, subrayó que la permanencia de la PUCV a lo largo de casi un siglo se explica por la fidelidad a los valores que le dieron origen y por la capacidad de renovar su misión en cada época. Destacó que la dimensión trascendente de la obra universitaria, guiada por la presencia de Jesús y la inspiración de la Iglesia, ha permitido superar desafíos históricos y proyectarse como una comunidad sólida y comprometida con su entorno.
Comunidad universitaria
La ceremonia contempló una liturgia celebrada por Monseñor Jorge Vega, Obispo de Valparaíso y Gran Canciller de la Casa de Estudios, ocasión en la que se bendijo una placa conmemorativa y se hizo entrega a la comunidad de seis copones destinados a las capillas y oratorios universitarios como signos de comunión eucarística. Asimismo, se distribuyó una Carta Pastoral a la comunidad universitaria. “El objetivo de esta misiva es recordar cuál es el origen de la Institución, los objetivos de sus fundadores y encontrar el sentido de ser una universidad católica”, afirmó la autoridad.
Por su parte, el Vice Gran Canciller, fray Cristian Eichin ofm, añadió que “este hecho hace que nos remontemos a un sueño, un ideal y un deseo, de un mundo social y educativo mejor, que no es tan distinto a lo que vivimos hoy, en donde nos abocamos a levantar a la sociedad y a nuestro Valparaíso”.
Reacciones
En este contexto, la vicerrectora Académica, Claudia Mejías, sostuvo que “fue una jornada preciosa y muy emotiva, que hizo énfasis en lo más relevante de nuestra universidad. Los hitos son muy importantes, porque nos recuerdan quiénes somos y hacia dónde debemos dirigir nuestro caminar”.
Por su parte, la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Jacqueline Páez, indicó que este momento es “un reconocimiento a las generaciones que vieron nacer este proyecto regional, pero de carácter nacional, en donde se abren oportunidades para transformar la vida de las y los estudiantes, de las familias que componen nuestra comunidad y el territorio”.
Ángel Araya, estudiante y representante en el Consejo Superior, señaló que “es un día especial para dar testimonio de la trayectoria que tiene la Universidad en camino a su Centenario, desde la Primera Piedra de la Casa Central”. En tanto, Mariana Duarte, alumna de Educación Especial, agregó que “la Primera Piedra significa no solo el inicio de la Universidad, sino un legado que se proyectará por muchos años más”.
Por otra parte, Osvaldo León, presidente del Sindicato N°1 de Trabajadores, destacó el orgullo de pertenecer a “una institución que, cercana a cumplir 100 años, ha logrado construir un modelo de educación que no solo ha significado transformar la vida de las personas, sino que también ser un aporte a la construcción de una sociedad más justa y fraterna”. En la misma línea, Zahamara Aciares, presidenta del Sindicato Alberto Hurtado, afirmó que este hito es una oportunidad para “reforzar las relaciones humanas en esta casa de estudios centenaria, lo que permitirá fortalecernos como personas y llegar aún más lejos”.
Cultura, memoria y futuro
La jornada incluyó también la presentación del libro “Capilla del Sagrado Corazón de Jesús”, elaborado por el académico Jorge Ferrada, director del Centro de Estudios Patrimoniales, quien afirmó que “la Capilla es el núcleo, no solo arquitectónico, sino también espiritual de la Universidad. Por ello, es de suma importancia poder contar su historia”.
En la oportunidad, la directora de Comunicación Estratégica, Liliana Guzmán, presentó el sitio web que albergará el material relacionado con el Centenario de la Universidad, incluyendo fotografías, la historia de los fundadores y material audiovisual preparado especialmente para los 100 años de la PUCV.
Uno de los momentos más emotivos se vivió con la exhibición del video “Centenario”, que recoge en la voz de miembros de la comunidad universitaria lo que significa ser parte de la Casa de Estudios.
La ceremonia concluyó con la presentación conjunta de la Orquesta de Cámara y el Coro de la PUCV, que interpretaron el himno institucional y el Himno a la Alegría de Beethoven, sellando con música una jornada que combinó tradición, memoria y futuro.
Fuente: PUCV.