La académica Usach, Eugenia Dos Santos, explica la importancia del galardón, que en años anteriores recibieron personalidades como Barack Obama, Al Gore o La Cruz Roja. Sobre la opositora a Maduro, sostiene que la crisis humanitaria en ese país “ha impactado en todo el mundo”. Recordemos que el gobierno venezolano cerró su embajada en Oslo.
Hace algunos días, la comunidad internacional se enteraba que el Premio Nobel de la Paz de este año había recaído en María Corina Machado “por su incansable labor de promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
De esta manera, la opositora al gobierno de Nicolás Maduro recibirá un galardón que históricamente se entrega desde 1901 y que en años anteriores también ha sido recibido por personalidades como Al Gore (en 2007 por “sus esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático”) y Barack Obama en 2009 (“Por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos”).
En el sitio oficial de “The Nobel Prize” se especifica que esta condecoración ha sido otorgada en 106 ocasiones a 143 galardonados (que se dividen en 112 persones y 31 organizaciones (como por ejemplo, la Cruz Roja en tres oportunidades). Además, se especifica que el Nobel de la Paz es uno de los cinco galardones, junto al de Física, Química, Medicina y Literatura, instituidos por el mismo Alfred Nobel, famoso químico sueco que entre otras cosas inventó la dinamita, premios que llevan su apellido.
¿Pero cuál es la relevancia de un galardón como este? En conversación con Diario Usach, Eugenia Dos Santos, académica del Departamento de Lingüística y Literatura de la Universidad de Santiago, manifiesta que “este premio es uno de los honores más importantes a nivel internacional ya que se otorga a personas, organizaciones o movimientos que han aportado de manera significativa a la paz del mundo”.
En esa línea, la académica expresa que quien lo reciba “obviamente, valida su causa”. Y aquí, Dos Santos destaca la responsabilidad ética que trasunta su entrega: “el Nobel de la Paz puede generar debate a nivel internacional generando una reflexión global. Y esto mismo puede hacer que los gobiernos se sientan moralmente presionados en mirar esa causas. Este tipo de honores resalta acuerdos y hace que los líderes se comprometan”.
“El carácter que tiene este galardón colabora con el multilateralismo”, argumenta y aclara un tema no menor ante las críticas sobre la elección: “los miembros del Comité Noruego no pertenecen a ningún movimiento político ya que son escogidos de acuerdo a su independencia”.
No hay que olvidar que esta semana, y tras las repercusiones del Premio Nobel de la Paz para María Corina Machado, el gobierno de Venezuela anunció el cierre de su embajada en Noruega, esto en lo que ellos definieron como una “reestructuración integral de su Servicio Exterior” que tendría el objetivo de “defender la soberanía nacional y contribuir activamente a la construcción de un nuevo orden mundial”.
Sobre los mecanismos de postulación, la especialista expresa que eso se hace a través de un mecanismo cerrado y confidencial. “El Comité Noruego del Nobel recibe, filtra y evalúa las postulaciones, pero hay que aclarar que solamente ciertas instituciones están autorizadas a presentar candidaturas de acuerdo a los estatutos de la Fundación Nobel”.
El análisis para ver los méritos de las personas, organizaciones o movimientos que postulan se hace en base a la evidencia de lo que han hecho por la paz. “De esa manera, el comité a cargo ha tenido que estudiar la labor de grupos en China, Japón, de personas que han luchado por los derechos humanos de los palestinos y de los africanos, de movimientos que se han manifestado por la memoria del holocausto y por la persecución de los nazistas, de personas que han trabajado por la migración, etc.”, dice.
EL CASO DE MARÍA CORINA MACHADO
En lo que respecta a la elección de María Corina Machado como Premio Nobel de la Paz, Eugenia Dos Santos, expresa que “la crisis humanitaria de Venezuela ha impactado en todo el mundo. Ella la ha denunciado a nivel global y ha expresado que necesita una mediación y por el impacto que está teniendo la migración en el continente latinoamericano”.
“Yo espero que el Premio Nobel de la Paz no sea politizado”, expresa la docente de la Universidad de Santiago, recalcando que “el prestigio, y la independencia, de los miembros de la Fundación Nobel está basado en su capacidad de elegir a alguien que logre ser un núcleo de generación de la paz, de la igualdad entre los pueblos, de los derechos humanos y de un mundo que sea más justo”, concluye.
Fuente: Usach.