Una reciente evaluación de impacto realizada por Conectado Aprendo a estudiantes de entre 1° y 8° básico mostró resultados muy alentadores respecto del efecto de las tutorías de matemáticas orientadas a reducir el rezago educativo. Sin embargo, también evidenció un desafío clave: no todos los estudiantes finalizaron el proceso, lo que confirma que la motivación, la perseverancia y el compromiso de las familias juegan un rol fundamental en la recuperación de aprendizajes.
Santiago, noviembre 2025— E-Sisu, el software desarrollado por Conectado Aprendo para implementar tutorías online en Lenguaje y Matemáticas, permite realizar sesiones personalizadas durante dos meses para fortalecer aprendizajes esenciales. Esto ocurre en un contexto país donde uno de cada tres niños no alcanza los niveles mínimos esperados en estas áreas.
Los resultados son claros: el 97% de los estudiantes mejoró su rendimiento escolar gracias a las tutorías. Además, la evaluación de impacto realizada a alumnos de ocho establecimientos de la Región Metropolitana mostró que quienes recibieron tutorías de Matemáticas obtuvieron un desempeño 18 puntos porcentuales superior al grupo de control, equivalente a 0,85 desviaciones estándar. Según la literatura internacional, este impacto corresponde a ocho meses adicionales de aprendizaje.
“Hoy enfrentamos un desafío profundo como país: asegurar que todos los niños y niñas aprendan lo que necesitan en sus primeros años. Muchos de los problemas que vemos —desde los bajos niveles de comprensión lectora hasta las brechas que limitan su futuro— se originan en ese rezago inicial. Por eso es tan significativo que el vínculo entre tutor y estudiante, apoyado en tecnología, esté mostrando resultados medibles y transformadores”, señala Francisca Lewin, directora ejecutiva de Conectado Aprendo.
La evaluación también mostró que existen barreras importantes para que los estudiantes logren completar el programa: dificultades de contacto con los apoderados, contingencias familiares, falta de tiempo y desmotivación. Estos factores explican parte de los casos más complejos de rezago educativo.
“Sabemos que la motivación es clave. Por eso, nuestro modelo se basa en una relación personalizada entre tutor y estudiante. Ese vínculo —hecho de afecto, confianza y acompañamiento— se convierte en un motor para que los niños quieran aprender. La desmotivación existe, las realidades son difíciles, y eso exige un compromiso doble por parte del tutor que está del otro lado”, agrega Lewin.
Más de 10.000 estudiantes de 168 comunas del país han participado en Conectado Aprendo, con mejoras medibles en aprendizajes, autoestima y confianza.
Hoy, 10 universidades participan activamente del programa —entre ellas la Universidad Católica, la Universidad del Desarrollo y la Universidad de los Andes— formando a los tutores que acompañan a miles de niños y niñas en su proceso educativo.
Para 2026, la organización espera fortalecer aún más estas alianzas para que más estudiantes universitarios puedan formarse como tutores y apoyar a escolares que lo necesitan.
Fuente: 360 Comunicaciones