El mercado enfrenta un nuevo ciclo marcado por la incertidumbre, tensiones geopolíticas y política monetaria restrictiva. El foco ahora se desplaza hacia sectores como defensa, energía y servicios públicos.
Nvidia subió cerca de 100% en el primer trimestre de 2024. Este año, apenas se ha movido. Mientras tanto, Palantir —una compañía ligada a servicios de defensa y análisis de datos— se posiciona como una de las sorpresas bursátiles del 2025. Así ha cambiado el mapa de la inversión global en solo un año.
Y es que el giro es claro. Tras un 2024 impulsado por el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial, el mercado de renta variable en 2025 ha entrado en una etapa de mayor cautela. Factores como una política monetaria más restrictiva por parte de la Reserva Federal de EE.UU., la persistente incertidumbre geopolítica y nuevas limitaciones a las exportaciones de tecnología han empujado a los inversionistas hacia sectores más defensivos.
“El escenario macroeconómico de 2024 fue consistentemente optimista, sin incertidumbre y con una tendencia sostenida. Empresas como Nvidia, AMD o Microsoft mostraron retornos espectaculares por el impulso de la IA”, comenta David Cosoi, CEO y cofundador de Zesty, plataforma chilena de inversión en acciones y ETFs del mercado estadounidense.
Pero el panorama cambió. La caída de los índices en abril —aunque parcialmente recuperada— evidenció un aumento de la volatilidad. “Hoy, la incertidumbre general y la inestabilidad del mercado han provocado que los sectores más defensivos generen mayores retornos. El contexto actual favorece a industrias ligadas a servicios, energía y defensa”, explica Cosoi.
Palantir y la energía nuclear toman protagonismo
Una de las compañías que mejor ha capitalizado el nuevo entorno es Palantir Technologies (PLTR), con foco en soluciones de inteligencia y logística de datos para gobiernos. Su exposición al sector defensa le ha permitido crecer de forma sostenida en medio de la incertidumbre internacional.
“Otro sector que ha ganado protagonismo es el de la energía nuclear, impulsado por dos factores: el aumento de las tensiones geopolíticas y el crecimiento explosivo del consumo energético derivado de la expansión de modelos de IA. Empresas como OKLO o el ETF URA, vinculado al uranio, han capturado el interés del mercado por su potencial estratégico”, señala Cosoi.
¿Y qué pasa con el inversionista chileno?
Desde Chile, plataformas como Zesty —que permite a personas invertir en acciones y ETFs del mercado estadounidense— han notado un cambio en las preferencias. “Estamos viendo que muchos inversionistas están rotando desde posiciones puramente tecnológicas hacia portafolios más diversificados, con mayor peso en sectores defensivos y de dividendos”, asegura el CEO.
El contraste entre ambos años es evidente: Nvidia, que lideró en 2024, hoy muestra un crecimiento marginal, reflejo del menor apetito por riesgo y las restricciones regulatorias que han enfriado el entusiasmo por los semiconductores.
Con el segundo semestre por delante, la evolución del conflicto en Europa del Este, las decisiones futuras de la FED y el precio de la energía serán claves para definir el rumbo del mercado. Por ahora, los inversionistas parecen haber optado por la prudencia.
Fuente: Vital Comunicaciones.