- Esta conmemoración, impulsada por la ONU, tiene como objetivo visibilizar a los niños y niñas, quienes suelen ser las víctimas más vulnerables en contextos de conflicto y violencia.
En el marco del Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, las cifras en Chile reflejan una realidad crítica: un 73,6% de niños, niñas y adolescentes (NNA) declara haber sufrido alguna forma de maltrato, y un 26% ha sido víctima de violencia sexual, de acuerdo con estudios nacionales.
La Encuesta Nacional de Polivictimización (2023) reveló que 1 de cada 10 adolescentes ha sido víctima de violencia física por parte de sus cuidadores. Las niñas, además, presentan mayores tasas de maltrato psicológico y negligencia. En el ámbito del abuso sexual, datos de la Defensoría de la Niñez (2024) muestran que la tasa de victimización femenina alcanza los 250 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que en niños esta cifra llega a 30.
Andrés Flores, especialista técnico en niñez de World Vision Chile, comenta al respecto que “este no es un problema que se limita a ciertos sectores sociales. Es transversal, estructural y cotidiano. Necesitamos abordarlo desde una perspectiva comunitaria y de derechos”.
La violencia no solo se expresa en abusos físicos o sexuales. Uno de cada cinco niños en Chile vive en hogares con inseguridad alimentaria moderada o severa, según cifras recientes. A esto se suma la malnutrición por exceso, que afecta al 50,9% de los estudiantes, alcanzando su punto más crítico en 5° básico, donde tres de cada cinco escolares (61,5%) la presentan, conforme al Mapa Nutricional Junaeb.
El impacto en la salud mental también es significativo. En base al Informe Nacional del Bienestar de la Niñez (2024), entre 2017 y 2022, se observó un aumento del 23% en síntomas depresivos en la infancia, afectando especialmente a niñas y adolescentes con discapacidad. Además, los controles de salud por riesgo suicida en adolescentes aumentaron en 117% en los últimos seis años.
“A pesar de la magnitud del problema, los esfuerzos preventivos presentan deficiencias. Si bien, existen programas para prevenir el abuso sexual, estos se enfocan en transmitir conocimientos sin garantizar que los niños desarrollen habilidades reales para enfrentar o reportar situaciones de abuso”, enfatizó Flores.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, sólo el 21% de los adolescentes infractores de ley está privado de libertad; el resto se encuentra en programas de medio libre, lo que evidencia brechas en el sistema de protección. Asimismo, un estudio realizado en Antofagasta mostró que, aunque el 70% del personal escolar conocía al menos un caso de abuso, el 80% no realizó denuncia.
Desde World Vision Chile, consideran que “como sociedad, debemos asumir un rol activo. La prevención no es solo responsabilidad de los padres o de los especialistas, sino de todos. No podemos mirar hacia el lado ante la violencia contra un niño o una niña”.
La Ley 21.013 tipifica el maltrato relevante a menores de edad como delito, con penas que van desde multas hasta prisión efectiva. No obstante, el desafío persiste en asegurar que la normativa se traduzca en mecanismos eficaces de prevención, detección y respuesta, que garanticen el ejercicio pleno de los derechos de la niñez en todos los contextos.
Fuente: E-press.