● Hernán Delfino, gerente general de SsangYong, ahora KGM, analiza los factores clave
que impactan la eficiencia y durabilidad de una camioneta de trabajo.
Santiago, 11 de agosto de 2025.- Ante la amplia oferta de camionetas pick-up, una elección
informada se convierte en una oportunidad de utilizar de manera correcta este tipo de
automóviles, ya sea para manejarlas en la ciudad o para distintas operaciones como la
minería, construcción, agricultura, entre otras. La selección de este tipo de vehículo se
traduce directamente en la eficiencia y la rentabilidad.
Así lo explica, Hernán Delfino, gerente general de SsangYong, ahora KGM, marca
representada en Chile por Astara, quien asegura que “frecuentemente, el foco al elegir una
pick-up se va a la potencia del motor o al diseño, pero nuestra experiencia nos dice que las
preguntas más importantes son otras: ‘¿qué tipo de carga voy a mover?’ y ‘¿sobre qué tipo de
terreno lo haré?’. La respuesta a eso define todo. Determina si necesitas un vehículo que
priorice la capacidad de carga para ser ultra eficiente en cada viaje, o si requieres un 4×4 más
ágil y robusto, capaz de enfrentar caminos complejos”.
A continuación, el ejecutivo de la marca coreana detalla los puntos a evaluar:
- Definir la prioridad: ¿Peso máximo o volumen?
La elección entre priorizar el peso máximo que un vehículo puede cargar (es decir, la
cantidad de kilos que puede transportar) y el volumen (la capacidad de espacio) es clave
según la operación. Por ejemplo, en trabajos como la construcción o la agricultura, se
necesita maximizar los kilos transportados en cada viaje, y para ello existen vehículos
diseñados específicamente para priorizar esta capacidad de carga. El modelo Musso de
KGM, antes SsangYong, sirve de referencia: su versión Grand está pensada para esta tarea,
con un chasis extendido y una capacidad cercana a la tonelada. En cambio, para trabajos
que requieren mayor agilidad, como la supervisión en faenas, donde el volumen y la
maniobrabilidad son relevantes, la versión Musso (más corta) ofrece un balance con 715 kg
de capacidad y un foco en la agilidad. - Analizar el terreno de operación: ¿Agilidad y tracción, carretera o todos los
anteriores?
El segundo factor clave es el entorno. Si la operación se desarrolla principalmente en faenas
de difícil acceso, como en la minería o servicios forestales, un robusto sistema de tracción
4×4 se vuelve un aliado estratégico. En estos escenarios, la prioridad se traslada de la
capacidad de carga máxima a la capacidad del vehículo para sortear obstáculos y garantizar
el acceso en cualquier condición, asegurando que la operación nunca se detenga por
limitaciones del terreno. - Considerar el doble propósito: La capacidad de arrastre.
INFORMACIÓN DE PRENSA
11 DE AGOSTO DE 2025
Es importante visualizar el potencial de remolque para ampliar las capacidades del negocio.
Muchas veces, el trabajo se beneficia al arrastrar maquinaria, generadores o remolques
especializados. Es un factor que duplica la versatilidad, por lo que es clave buscar vehículos
que no sacrifiquen esta capacidad, independiente de su orientación principal. Por ejemplo,
ambas configuraciones de la Musso, tanto su versión Grand como normal, ofrecen una
capacidad de remolque de hasta 3.000 kg con frenos, convirtiéndolas en camionetas de
doble propósito muy eficaces.
“Analizar estos tres puntos, garantiza una decisión informada y una inversión que se traducirá
en un verdadero socio para el crecimiento del negocio”, asegura el ejecutivo.
Fuente: Parla.