La salud aparece como la principal motivación para reducir productos de origen
animal, destacando enfermedades como cáncer, diabetes y colesterol. Al mismo
tiempo, 1 de cada 2 chilenos afirma haber probado productos veganos en el
último año.
Santiago, septiembre de 2025 – Ipsos, empresa líder en investigación de mercados,
junto a la organización internacional Fundación Veg, presentó su informe sobre
alimentación y salud, que revela cómo los chilenos están relacionando cada vez más su
dieta con el bienestar y la prevención de enfermedades.
El estudio muestra que más de 1 de cada 3 personas que redujeron su consumo de
carne, lácteos y huevos lo hicieron por motivos de salud (36%) incluyendo la prevención
del cáncer y otras enfermedades crónicas. En paralelo, casi la mitad de la población
encuestada ha consumido productos veganos en los últimos 12 meses, principalmente
motivados por beneficios para la salud (62%), el bienestar animal (34%) y el cuidado del
medio ambiente (26%).
“Los datos son claros: la salud es el motor que impulsa a más personas a cambiar su
forma de alimentarse. Esto demuestra que la alimentación basada en proteínas
vegetales es una necesidad real para vivir mejor y reducir riesgos como el cáncer y las
enfermedades cardiovasculares”, afirmó Ignacia Uribe, fundadora y directora general de
Fundación Veg y CEO en V-Label LATAM.
Ante la pregunta sobre si sabían que la OMS declaró en 2015 a las carnes procesadas
—como salchichas, jamones, hamburguesas y tocino— como carcinógenas en el
mismo grupo que el tabaco, el asbesto y el plutonio ionizante, Un 47% de los
entrevistados responde afirmativamente. Se observa además acuerdo en una demanda
por regulaciones más estrictas: un 69% está de acuerdo en que los envases de carnes
procesadas deberían incluir advertencias sanitarias, tal como ocurrió con los cigarrillos
a partir de la Ley de Tabaco de 1995, y la mitad de los encuestados (50%) considera
que la publicidad de estos productos debería prohibirse en medios digitales, impresos y
en la vía pública.
“En una época de muchas incertidumbres y riesgos que provienen de distintas fuentes,
las personas requieren certezas. Y una de esas certezas es la seguridad alimentaria.
El uso de sellos, la correcta identificación de componentes y las advertencias
necesarias se han convertido en requerimientos básicos para la decisión informada en
el consumo. Ya no son los extras de la información sino los mínimos”, comenta
Alejandra Ojeda Mayorga, Directora de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
Fuente: zetacomunicaciones.