- Estas instancias creadas en 2015 han marcado un hito en la política de desarrollo territorial de Chile, permitiendo que el modelo hoy se extienda al resto de las regiones.
- Durante este período han apoyado más de 8.800 proyectos alineados a los desafíos locales.
Nacional, 16 de octubre, 2025. Gracias a la experiencia pionera de los Comités de Desarrollo Productivo Regional (CDPR) creados por Corfo hace una década en Antofagasta, Biobío y Los Ríos, hoy todas las regiones del país cuentan con la capacidad de priorizar sus propias inversiones e iniciativas estratégicas en línea con sus necesidades, ecosistemas y vocaciones productivas.
En estos 10 años, los tres Comités han apoyado a más de 8.800 proyectos por un monto superior a los $165.000 millones, destacando iniciativas vinculadas a la minería, energía, alimentos, agricultura y turismo.
“La experiencia en estas tres regiones ha sido fundamental no solo para el diseño de la política pública, sino también para fortalecer la confianza y el capital social en los territorios. Las decisiones que se toman de manera conjunta, entre el sector público, privado, academia y sociedad civil, con actores del territorio, son esenciales para impulsar sectores estratégicos, promover el desarrollo productivo, apoyar a las Pymes y generar empleo en las regiones”, destacó el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, en la conmemoración de los 10 años de Fomento Los Ríos en Valdivia.
Cada una de estas regiones ha logrado consolidarse como referentes en materia de innovación y desarrollo tecnológico, con un ecosistema consolidado e iniciativas estratégicas que han impulsado la diversificación y sofisticación productiva. Hoy existen Centros, Programas Tecnológicos y Estratégicos, como los Transforma, que entregan soluciones y resuelven brechas en industrias consolidades y emergentes, como H2v, Madera y Alimentos, por mencionar solo algunas.
Cabe señalar que los CDPR operan en coherencia con las Estrategias Regionales de Desarrollo, por lo que, en su origen, los Gobiernos Regionales -junto a otros actores- fueron convocados a participar activamente en estas instancias. Con la llegada de los Gobernadores Regionales electos, estos asumieron la presidencia de los Comités, fortaleciendo así el liderazgo territorial y la toma de decisiones desde regiones.
Descentralización en serio y con foco en innovación, ciencia y Pymes
Desde la implementación de los primeros programas regionales de fomento e innovación, Antofagasta ha destacado por su capacidad para atraer inversiones mineras y desarrollar una agenda estratégica que combina ciencia aplicada, innovación industrial y colaboración público-privada.
Iniciativas como el Centro de Pilotaje en Minería (CIPTEMIN), el Centro Nacional de Pilotaje (CNP) y el Consorcio Heuma -que articula las Facultades de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta y la Universidad Católica del Norte- son ejemplos concretos de cómo la región ha apostado por construir capacidades tecnológicas propias y fortalecer un ecosistema de innovación al servicio de su desarrollo productivo.
En la Región de Los Ríos, el Comité ha enfocado su labor en fortalecer a las empresas en formación y a las micro, pequeñas y medianas empresas, que concentran más del 80% de la inversión total. Este énfasis ha permitido ampliar el alcance del fomento productivo hacia las 12 comunas del territorio, impulsando sectores emergentes y promoviendo emprendimientos liderados por mujeres, jóvenes y cooperativas.
Una de las iniciativas más destacadas es la creación del Centro de Biotecnología para la Sostenibilidad, que busca potenciar las capacidades científicas y tecnológicas regionales mediante la investigación aplicada y la transferencia de conocimiento hacia los sectores productivos locales. Este centro articulará a universidades, centros de investigación y empresas, promoviendo la innovación basada en los recursos biológicos y naturales del territorio, con una mirada puesta en la sostenibilidad y el desarrollo regional.
Por su parte, la Región del Biobío se ha consolidado como un polo de innovación y desarrollo tecnológico orientado a la sostenibilidad. Su ecosistema ha avanzado en la adopción de tecnologías verdes aplicadas a sectores estratégicos como la agricultura, la acuicultura y la industria forestal.
Un ejemplo son los Programas Estratégicos de Hidrógeno Verde y de Construcción Industrializada en Madera, que cuentan con robustas gobernanzas y hojas de ruta para el desarrollo tecnológico y sostenible. Ambas iniciativas son un aporte a la descarbonización de los sectores productivos.
Además, en los últimos dos años, los proyectos apoyados por la Gerencia de Innovación en Biobío muestran un crecimiento sostenido, con un incremento promedio anual del 72% en los recursos destinados a iniciativas que promueven una economía regional más resiliente, eficiente y comprometida con el medio ambiente.
Fuente: Corfo