En un contexto de estrechez fiscal y déficit habitacional persistente, la FEN U. de Chile y la fundación Déficit Cero presentaron un informe que llama a “actualizar la arquitectura financiera” de la política de vivienda, combinando innovación regulatoria, colaboración público-privada y sostenibilidad fiscal para ampliar la oferta de soluciones habitacionales.
El diagnóstico es claro: el modelo centrado en subsidios a la demanda se ha vuelto crecientemente costoso y de escala limitada. En 1990 el Estado aportaba en promedio 172 UF por familia; hoy esa cifra supera las 1.200 UF—un salto de 6,5 veces frente a ingresos que solo se multiplicaron 1,7 veces—, lo que vuelve inviable cubrir el déficit con las mismas herramientas y empuja el esfuerzo fiscal hacia niveles cercanos al 7% del PIB.
“Una de las conclusiones del estudio es que el déficit es tal, que es imposible solucionarlo con una sola vía, como los subsidios. Acá se necesita subsidio, ahorro y crédito, sin que el Estado cargue con una mochila que no se pueda sostener”, explicó Jorge Valverde, académico de la FEN U. de Chile.
Por su parte, Alejandro Micco, exsubsecretario de Hacienda y académico de la FEN U. de Chile, destacó que “es súper importante la interacción entre la empresa, la academia y los técnicos para ver cómo encontrar las mejores soluciones, porque lo que hemos hecho en el pasado sirvió mucho, pero hay que generar nuevas ideas para avanzar y poder solucionar este tremendo tema que es el déficit habitacional”.
Para destrabar la oferta, el documento propone tres llaves complementarias. Primero, nuevos modelos público-privados que atraigan inversión hacia vivienda asequible con reglas claras y mitigación de riesgos: edificios “multifamily” de interés social, esquemas de concesión con aporte de suelo estatal y arriendo con promesa de compra que acumula parte del pago como pie.
La segunda línea moderniza el sistema financiero para abaratar y diversificar el crédito habitacional con ajustes regulatorios, más competencia hipotecaria y vehículos mixtos con AFP, aseguradoras y fondos de inversión.
La tercera rediseña gradualmente los subsidios, reemplazando gasto directo por garantías, créditos blandos y cofinanciamiento; además, actualiza estándares de vivienda y prioriza proyectos integrados con transporte y servicios.
“Es una batería interesante de elementos que deberían permitir movilizar más recursos y bajar el costo de los créditos y con la misma plata, llegar a más familias”, agregó Valverde. Desde Déficit Cero, el gerente de desarrollo de la organización, Andrés Vargas, subrayó que “el desafío es construir más con un sistema sostenible, integrando herramientas de mercado a la política pública para atraer inversión, reducir costos y escalar soluciones”.
En la presentación del informe participaron los representantes económicos de las candidaturas de Jeannette Jara (Ximena Bórquez), José Antonio Kast (Tomás Bunster) y Evelyn Matthei (Gonzalo Sanhueza), quienes coincidieron en varios de los diagnósticos y propuestas trabajadas por la mesa, y valoraron el documento como un gran insumo para sus equipos.
En tanto, Daniel Mas, presidente de Déficit Cero, destacó que “ha sido un gran logro que la FEN haya creído en el trabajo de Déficit Cero; que hayan respaldado a la organización frente al sueño de llegar al déficit cero en vivienda en los próximos años”, enfatizando que esta es una conversación que recién se inicia.
El informe —impulsado desde la FEN U. de Chile y Déficit Cero— se ofrece como insumo técnico para el ciclo de políticas 2026–2030, con una propuesta central: consolidar una alianza público-privada que combine eficiencia fiscal, certeza regulatoria y garantía social para el acceso a la vivienda.
Fuente: Déficit Cero