- “El vínculo amoroso ya no se percibe como una institución perpetua, ni se asocia necesariamente a la idea de la procreación”, comentó Antonio Letelier, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago.
Una investigación realizada por la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia (Redifam) reveló que Chile se ubica en el primer lugar de América Latina en cuanto a divorcios, envejecimiento veloz y esperanza de vida.
Según la encuesta, en nuestro país 59 de cada 100 matrimonios se han disuelto. Esta cifra va de la mano con lo que arrojan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que asegura que en 2023 se registraron 64.285 matrimonios y 38.093 divorcios.
“Las principales causas de divorcio están asociadas al cambio cultural sobre la significación simbólica del matrimonio. El vínculo amoroso ya no se percibe como una institución perpetua, ni se asocia necesariamente a la idea de la procreación ni se entiende como el enlace de una pareja desde lógicas heteronormadas. Esta flexibilidad contribuye a la percepción de que no se trata de un contrato permanente ni necesariamente sagrado”, comentó a Diario Usach Antonio Letelier, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago.
Al ser consultado sobre la “estigmatización del divorcio” que existía en otras épocas y la evolución que han vivido las parejas al interior de la sociedad chilena, el experto aseguró que actualmente el vínculo entre las personas y el concepto de familia a nivel cultural ha tenido múltiples mutaciones en las últimas décadas y que el divorcio es visto como más “accesible”.
“El divorcio se sigue percibiendo como un trámite complejo, difícil, que genera muchos problemas judiciales y tensiones psicológicas. Sin embargo, se percibe como algo más accesible y abordable. Las personas más jóvenes conceptualizan el matrimonio de una manera diferente que los adultos mayores en general y está más aceptado que antes no casarse o divorciarse”, afirmó el especialista a Diario Usach.
Pocos nacimientos y una población cuya edad avanza
El estudio arrojó además que Chile tiene la menor tasa bruta de natalidad de la región (7,7), siendo el país que está más cerca de su tasa bruta de mortalidad (6,1). Es más, en toda Latinoamérica son solo dos países los que alcanzan el umbral mínimo necesario para el reemplazo generacional: Paraguay y Bolivia.
Además, se advierte que nuestro país tiene la menor tasa de fecundidad, con nacimientos por mujer bajo 2,1, que corresponde al umbral de reemplazo generacional, el cual mide en demografía el nivel de fecundidad que es necesario para que una población pueda ser reemplazada y se mantenga en el tiempo.
Estas cifras hacen que Chile sea el país con el envejecimiento más rápido de su población, la cual no está creciendo y además vive por muchos años en promedio.
Fuente: Universidad de Santiago