Ninguna persona está libre de sufrir algún incidente con su vehículo en el momento que menos lo espere. Es por eso que la opción de contratar un seguro automotriz se ha hecho necesaria para todo conductor desde hace unos años, ya que permite transferir los riesgos derivados del uso del automóvil.
En ese contexto, es muy importante conocer los derechos y obligaciones de cada una de las partes de una póliza automotriz (el dueño del auto y la compañía de seguros). Para ello, y con el fin de guiar a quienes están pensando en adquirir este seguro, Marsh, líder global en corretaje de seguros y gestión de riesgos, destaca los factores claves a tener en cuenta:
- Leer detenidamente y asegurarse de comprender la propuesta/cotización del seguro antes de suscribir el contrato.
- Averiguar cómo y bajo qué condiciones se renueva el seguro.
- Conocer de qué manera se va a reajustar el costo del seguro, en caso de renovación.
- Saber en qué casos no pagará el seguro.
- Solicitar los requisitos para cobrar el seguro.
- Contar con el detalle del período de cobertura y vigencia del seguro.
Cabe mencionar que entre las principales características de este contrato destaca que puede ser individual o colectivo, es decir un solo vehículo o una flota de ellos. Además, estás pólizas se contratan por un periodo de tiempo definido, y pueden contener clausulas adicionales como mayor monto de la Responsabilidad Civil, un taller determinado, cobertura en el extranjero, etc., así como deducibles.
“El deducible de un seguro automotriz es el monto (prima) que se pacta en UF al contratarlo. Corresponde a la suma de dinero que la compañía de seguros no cubre en caso de ocurrir un accidente, y que, por lo tanto, debe pagar el dueño del vehículo. Ese monto se establece previamente entre el cliente y la compañía a través del contrato en la póliza del seguro. La aseguradora cubrirá solo la cantidad de dinero que supere el monto definido del deducible”, explica Mauro Cáceres, Sub Gerente de Motor de Marsh.
Asimismo, los seguros automotrices cubren, principalmente, daños propios, materiales a consecuencia de huelga, actos maliciosos, riesgos de la naturaleza, robo o uso no autorizado, defensa penal y constitución de fianza, problemas causados por la propia carga o conductor independiente, entre otros. También incluye asistencia al vehículo donde destaca el contar con una grúa por avería o colisión, servicio de revisión técnica, cambio de neumático y/o carga de combustible. recarga de batería y conductor de reemplazo.
Fuente: Llorente y cuenca.