- Actualmente hay 75 proyectos en curso relacionados con hidrógeno verde, según la Asociación Chilena del Hidrógeno.
- Chile se ha propuesto convertirse en uno de los principales exportadores mundiales de hidrógeno verde para 2040.
Santiago de Chile, 11 de septiembre de 2025.– En el marco de la transición energética y los desafíos climáticos globales, el hidrógeno verde (H2V) emerge como un elemento estratégico, capaz de impulsar un futuro energético más limpio, seguro y resiliente.
“El hidrógeno verde —producido mediante electrólisis del agua utilizando electricidad proveniente de fuentes renovables— presenta un potencial disruptivo en sectores difíciles de descarbonizar, como la industria pesada y el transporte de larga distancia, y también actúa como herramienta eficaz para almacenar energías intermitentes. Estas características lo consolidan como uno de los vectores energéticos del futuro”, sostiene Víctor Paredes, Director de End User y Power System para el Clúster Sur Andino de Schneider Electric.
El rol protagónico de Chile
El H2V tiene el potencial de ser un motor clave en la transición hacia un sistema energético más limpio, capaz de atender los desafíos de descarbonización, resiliencia y seguridad energética. En Chile, los recursos naturales, la ambición estratégica y el dinamismo empresarial generan condiciones prometedoras, aunque persisten retos en gobernanza, planificación y valorización local.
Chile se ha propuesto convertirse en uno de los principales exportadores mundiales de hidrógeno verde para 2040, y así producir el hidrógeno más barato del mundo hacia 2030, según reporta el Banco Mundial. Se planeó alcanzar una capacidad de electrolizadores de 5 GW en desarrollo para 2025, expandiéndose a 25 GW para 2030.
Acorde a datos de Reuters, el costo estimado de producción para 2030 podría situarse entre US$0.8 y US$1.1 por kilogramo, niveles competitivos que permitirían su viabilidad comercial a gran escala. La alta irradiación solar y los extensos vientos en Chile ofrecen un costo nivelado de energía (LCOE) competitivo, de alrededor de USD 35 por MWh, posicionando al país con condiciones óptimas para producir hidrógeno verde a bajo costo, según concluye el Instituto Baker.
Por esto, se han implementado políticas públicas como el Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030 del Ministerio de Energía, que busca ayudar en la descarbonización de las industrias. A la fecha se registran 75 proyectos en curso relacionados con hidrógeno verde, según la Asociación Chilena del Hidrógeno (H2 Chile). La Región de Antofagasta es la que más cuenta con este tipo de propuestas, con 26. Más atrás están la Región de Magallanes y la Antártica Chilena con 21 proyectos.
El escenario actual anticipa un crecimiento notable en el uso de energías renovables no convencionales. Sin embargo, estas fuentes—como la solar y la eólica—enfrentan desafíos importantes: su carácter intermitente y las limitaciones de la infraestructura eléctrica actual exigen una red más flexible, resistente y robusta. En este contexto, el hidrógeno verde surge como una solución estratégica para almacenar energía de forma efectiva a medio y largo plazo.
“Una cosa está clara: conforme avancemos hacia una economía descarbonizada, también irá en aumento la demanda de hidrógeno verde. Esto representa una de las rutas más prometedoras para lograr una descarbonización profunda. Chile, gracias a sus recursos naturales y su compromiso firme con esta transición, no solo tiene el potencial de liderar esta transformación, sino también de ofrecer producción de hidrógeno asequible a nivel global”, agrega Paredes.
Fuente: e-press