El despertar de la energía llega de la mano de iluminación eficiente

Luego de 132 años desde su introducción en nuestro país la ampolleta incandescente será sólo parte del recuerdo. Como el VHS o el billete de $500 la clásica lámpara con la que los chilenos iluminaron sus casas por generaciones pasará a mejor vida para privilegiar tecnologías más eficientes.

A partir de este viernes 18 de diciembre, no se podrán comercializar ampolletas incandescentes, de acuerdo al Estándar Mínimo de Eficiencia Energética para lámparas residenciales determinado por la Resolución Exenta N°60 de 2013 del Ministerio de Energía.

Para despedirla y recibir una nueva etapa de la iluminación en el país, el Ministerio de Energía junto a Carabineros sorprendieron a la ciudadanía con una intervención durante el tradicional Cambio de Guardia del Palacio de la Moneda con la interpretación de temas clásicos de la película Star Wars.

“Quisimos remarcar que hoy, que es un día tan especial para cientos de fanáticos de la película en nuestro país, ansiosos de ver ese despertar, también supieran que vivimos también un despertar de la Energía: dejamos atrás la ampolleta incandescente para dar paso a nuevas tecnologías que beneficiarán a los bolsillos de nuestras familias y al medio ambiente”.

Esta política ya ha sido implementada en prácticamente todos los países desarrollados, y en varios países de América Latina, entre ellos la Unión Europea, Brasil, Argentina, México, Australia, parte de Estados Unidos y Canadá.

Beneficios de la medida

ü    Se aprovecha de mejor forma la energía disponible, ya que un porcentaje muy elevado de la energía que consume una incandescente se traduce en calor y sólo una pequeña parte se convierte en luz.

ü    se contamina menos,

ü    las familias gastan menos en servicios energéticos,

ü    y a nivel país, se requieren menos inversiones o estás se aplazan lo que permite utilizar estos recursos en otras áreas prioritarias.

¿Cómo se ha apoyado a los hogares más vulnerables a cubrir la mayor inversión inicial?

Desde el primer período de la Presidenta Bachelet se ha estado apoyando a las familias de hogares más vulnerables a recambiar las ampolletas incandescentes por eficientes. Desde el 2008 a la fecha se han entregado 3.200.000 ampolletas, en packs de entre 2 y 6 ampolletas, a más de 800.000 hogares. Entre 2014 y 2015 se entregaron casi 300.000 ampolletas a 43.000 hogares (packs de 4), y el 2016 esperamos entregar al menos 450.000 ampolletas a 110.000 hogares (packs de 4).

¿Qué alternativas tecnológicas hay en el mercado?

Las más populares son las de bajo consumo y las LED. Ambas están disponibles en diferentes potencias y tipo de luz. Si bien estas son más caras que las tradicionales duran muchísimo más.

¿Cómo se ven beneficiadas las familias con esta medida?

Para dar un ejemplo numérico, el precio de una lámpara fluorescente compacta de 20 watts (que ilumina lo mismo que una tradicional de 100watts) es de $2.500 y su vida útil es de al menos seis mil horas. Su par incandescente es bastante más barata -$600- pero dura solo 1.000 horas.

Usando la ampolleta cinco horas al día, en un año el gasto en energía producto del uso de la ampolleta tradicional o incandescente sería de $20.000, versus el uso de una ampolleta de bajo consumo el gasto sería $4.000.

Considerando el costo inicial de la ampolleta, el ahorro para la familia de usar una ampolleta de bajo consumo versus la incandescente sería de 14.000.

Este ahorro aumenta si consideramos el ciclo de vida de la ampolleta de bajo consumo, ya que para el mismo período de tiempo, debemos comprar seis ampolletas incandescentes versus que solo necesitamos una de bajo consumo. En ese caso, en el período de seis años, el ahorro sería de casi  $100.000 por ampolleta.

Fuente: Ministerio de Energía.