- Descansar no es solo una cuestión de comodidad, es una necesidad biológica. Un cerebro sin pausa se apaga lentamente y con él, se apaga también la motivación, la claridad y el entusiasmo por lo que hacemos, señalan desde WeWork LATAM.
Santiago, 17 de junio.- Irritabilidad, falta de concentración, fatiga mental y decisiones impulsivas. ¿Suenan familiares? No es casualidad. Son síntomas claros de un cerebro sobrecargado, y el origen muchas veces está en algo tan simple como lo que no estás haciendo: hacer una pausa o break.
No es un mito que el cerebro trabaja mejor cuando te detienes. En tiempos donde el multitasking (realizar dos o más tareas de forma simultánea), es casi una religión y el “estar ocupado” se lleva como una medalla, cada vez más estudios demuestran que descansar también es parte del trabajo.
Según publicó la revista TIME (2018), las investigadoras Coralia Sulea y Patricia Albulescu demostraron que no tomar estos descansos, podría también generar efectos negativos en la calidad del sueño y en la vida fuera del trabajo, debido al agotamiento laboral. Además, se eleva el cortisol -la hormona del estrés- y disminuye la actividad del lóbulo frontal, afectando el pensamiento lógico. En consecuencia a la fatiga mental, se hace más esfuerzo para seguir rindiendo, cuando en realidad la persona está siendo cada vez menos eficiente.
Desde WeWork, líderes internacionales en espacios flexibles de oficinas y espacios de trabajo, resaltan la importancia de priorizar estas instancias, cuidando la salud mental y la productividad laboral. “No es solo una cuestión de comodidad, es una necesidad biológica. Un cerebro sin pausa se apaga lentamente y con él, se apaga también la motivación, la claridad y el entusiasmo por lo que hacemos”, comenta Romina Diepa, People Partner Manager de WeWork LATAM.
Estas son algunas de las recomendaciones que entregan especialistas en bienestar desde WeWork:
- Aplicar la regla del 90/20: por cada 90 minutos de trabajo intenso, tomar al menos 15-20 minutos de descanso real (lejos de la pantalla).
- No almorzar frente al computador: desconectar completamente durante la comida mejora la digestión y reduce el estrés mental.
- Conversar sin agenda: hablar con otra persona sin un objetivo laboral reduce el estrés social acumulado.
- Hidratarse (en serio): el cerebro es 75% agua. La deshidratación leve afecta tu rendimiento.
- Pausa visual: cada 20 minutos, mirar algo a más de 6 metros de distancia durante 20 segundos. Esto ayuda a disminuir la fatiga visual.
Si bien todo lo anterior sin duda puede contribuir a tener una buena salud mental en el trabajo, además de una mejor productividad y mayor motivación, no se debe perder de vista el foco de la responsabilidad y cumplimiento en el trabajo, lo cual se logra a través de equilibrio entre ambos frentes y sin abusar de los breaks.
Fuente: e-press.