– No es canción de Mon Laferte: el corazón realmente puede colapsar por culpa de una emoción intensa.
Santiago, 08 de agosto de 2025.- Una ruptura inesperada, una traición digna de reality o la muerte de alguien querido, entre otras situaciones, pueden hacer como si el corazón se hubiese ido a los pies. No es solo una sensación poética: tu corazón, de verdad, puede fallar por culpa de las emociones. Se llama síndrome del corazón roto y sí, existe, aunque parezca invento de teleserie.
Este fenómeno tiene nombre científico: miocardiopatía de Takotsubo. Suena japonés, porque sí lo es. Se le denominó de esta manera por el nombre de una vasija que usaban los pescadores nipones para atrapar pulpos y, al realizar exámenes al corazón que presenta este fenómeno, se descubrió que adopta una forma similar a esta trampa. “Es importante destacar que todo esto ocurre sin que haya un infarto o algo similar”, advierte el cardiólogo de Clínica INDISA, Dr. René Nanjari.
¿Qué pasa en el cuerpo?
“El síndrome del corazón roto es una respuesta exagerada del cuerpo al estrés. Las hormonas, como la adrenalina, se disparan de forma tan intensa que literalmente aturden al corazón”, explica el especialista.
“Es como si se llevara un susto tan grande que queda en shock. Pierde fuerza y manda señales de alerta. Tú sientes dolor en el pecho, no puedes respirar bien y te mareas”, comenta el profesional. En resumen: sientes que te está dando un ataque cardíaco.
Pero al corazón no se le ha tapado nada
Lo raro, pero a la vez tranquilizador, es que cuando llegas a Urgencia, los exámenes deberían mostrar que las arterias están limpias. No hay bloqueo ni coágulo; solo un corazón emocionalmente abrumado. “En el fondo, es un corazón que se paralizó del impacto”, aclara el Dr. Nanjari. Además, pone hincapié en que “no es lo mismo que un infarto, pero los síntomas son casi calcados”.
Y, a diferencia de lo que se podría pensar, no solo pasa por una tragedia. También se han reportado casos tras eventos demasiado felices: una fiesta sorpresa, un reencuentro inesperado, o hasta ganar un premio. Ahí se llama “síndrome del corazón feliz”, donde los síntomas son los mismos.
¿Quiénes son más vulnerables?
Este síndrome es una muestra más de que cuerpo y mente no están separados. El corazón no solo bombea sangre: responde a lo que sentimos. El estrés crónico, la ansiedad o el duelo no solo duelen; pueden afectar directamente al músculo cardíaco.
Por eso, además del tratamiento médico (reposo, medicación, seguimiento cardiológico), también es importante cuidar el aspecto emocional: terapias psicológicas, manejo del estrés y redes de apoyo, son parte clave del proceso.
Las mujeres comprenden el 90% de los casos y la edad es, por lo general, mayor a los 50 años, de acuerdo con un estudio publicado en la Revista americana del corazón.
¿Cómo saber si me está pasando?
Si estás atravesando una situación emocional intensa y sientes dolor fuerte en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones o mareos: no lo minimices. Acude a Urgencia; solo un examen médico puede descartar un infarto y confirmar si se trata del síndrome de Takotsubo.
“La ciencia ya comprobó que lo que sentimos no se queda solo en la cabeza”, concluye el Dr. Nanjari. “Las emociones tienen efectos físicos, y este síndrome es un ejemplo de aquello”.
Así que ya sabes: la próxima vez que digas “me dejaste con el corazón roto”, podrías estar más cerca de la verdad de lo que crees.
Fuente: Extend.