Por Rodrigo Barañao, Chef
Cocinar es un oficio, un acto cotidiano que nos conecta con quienes somos y con quienes amamos. Por eso, en el Día del Chef celebrado hace pocos días, quiero recordar que todos y todas podemos ser chefs. Cada persona que prepara un plato para su familia, para sí mismo, que sorprende a un amigo con una receta o que se atreve a probar un nuevo ingrediente, está ejerciendo ese rol de creador y cuidador a través de la cocina.
Hoy la gastronomía vive una transformación que va más allá del sabor. La tecnología se ha convertido en una aliada fundamental para hacer más eficiente nuestro trabajo, pero también para contribuir a la sostenibilidad. Hornos inteligentes, sistemas de cocción que optimizan energía y electrodomésticos que reducen el desperdicio nos muestran que cocinar puede ser un acto de amor no solo hacia los demás, sino también hacia el planeta.
En esa línea, junto a TEKA hemos comprobado cómo la innovación en la cocina puede marcar la diferencia: hornos con funciones que ahorran energía, encimeras que permiten mayor seguridad y soluciones que facilitan cocinar más sano y con menos impacto ambiental. Pero ¡ojo! La tecnología no reemplaza la pasión, sino que la potencia. Hace posible que cocinar sea un placer consciente y responsable.
Porque cocinar es disfrutar, compartir y cuidar. Es regalar tiempo, energía y creatividad. Es amor. Hoy ser chef también significa conciencia: elegir bien, cocinar con responsabilidad y dejar que la innovación nos ayude a cuidar lo que más importa.
Fuente: Impronta