“Mártir del blanco silencio, las alturas albas de la montaña han custodiado tu alma, cubriendo tu semblante con un velo blanco, hecho de tiempo y de nostalgia. Cerca del cielo te has mudado, a cumbres frías y soledades. Mudo y en silencio te has quedado acariciando el viento con tus alas. Has descendido entre llantos, el que existió por sus amados y amadas, envuelto en su bandera iras al regazo de la tierra y de tu patria amada. Descanse mi Teniente, que en el canto del clarín, Dios te guarde para siempre”.
Con estas palabras fue despedido en una misa por su descanso eterno, el Teniente Ricardo Vizcaya Foradori (Q.E.P.D.), cuyos restos mortales fueron recuperados el pasado mes de marzo, en una operación de alta complejidad efectuada por integrantes del Comando de Operaciones Especiales del Ejército en el Cerro El Plomo.
El Teniente Ricardo Vizcaya formaba parte de la tripulación del helicóptero SA 315 “Lama” matrícula H-159, accidentado en la cordillera el año 1981.
La liturgia, que se llevó a cabo en la Escuela Militar, fue oficiada por el Obispo Castrense de Chile, Monseñor Pedro Ossandón B., y contó con la presencia de familiares del caído en acto de servicio, camaradas de armas y los alumnos del Curso de Piloto de Ejército que tiene por patronímico al Teniente Ricardo Vizcaya.
Paulina Oliver, viuda del Teniente Vizcaya, expresó sus agradecimientos al personal de la Institución que participó en la Operación Lama. “En estos momentos estoy feliz, se está cerrando una etapa muy difícil, y se está cerrando de la mejor manera, con una generosidad enorme del Ejército, de toda la gente que es parte de esta historia. Ricardo hoy va a estar junto a sus padres. Más feliz no puedo estar, porque él vuelve a estar abrazado”, señaló.
Igualmente, María Soledad Vizcaya, también manifestó su gratitud por la oportunidad de despedir a su hermano. “En algún minuto dimos por hecho que él quedaba en la cordillera, que esa iba a ser su tumba. Dios permitió que fuera distinto al entregarnos a Ricardo, poder sepultarlo en estos momentos, junto a nuestros padres, es un agradecimiento eterno”.
Por su parte, el Comandante de Operaciones Especiales, General Pedro Varela S. señaló que “para el Ejército es momento muy especial, después de 41 años recuperar un camarada que se encontraba en la montaña, con un esfuerzo importante y un trabajo desarrollado por su propia gente. Se cierra un proceso importante para su familia y la Institución”.
Del mismo modo, el Comandante de la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro”, General Rodrigo Marchessi A., indica que la Operación Lama “significó nada más y nada menos que ir a recuperar un camarada nuestro, y entregar todo por traerlo de vuelta y que descanse en paz (…) El 2021 tuvimos la primera parte, que consistió en recuperar dos cuerpos que se encontraban en la aeronave. Pero nos quedaba el desafío pendiente de ubicar dónde estaba el Teniente Vizcaya. Planificamos la operación y afortunadamente pudimos dar con sus restos.”
Para conocer más de la Operación Lama 2022, mira el siguiente video: https://youtu.be/DxVQroCaJuM
Operación Lama
Hasta el Cerro El Plomo (5.424 m s.n.m.) ubicado en la Región Metropolitana, ascendieron unidades del Comando de Operaciones Especiales, para iniciar el pasado 1 de marzo la segunda fase de la “Operación Lama”, con la misión de continuar con la búsqueda del Teniente Ricardo Vizcaya F. (Q.E.P.D.), uno de los cuatros integrantes del helicóptero SA 315 “Lama” matrícula H-159 del Ejército, accidentado el 26 de noviembre de 1981 en trabajos de reconocimientos geodésicos.
Los restos mortales del Teniente Vizcaya, piloto del helicóptero “Lama”, era el cuerpo que faltaba recuperar desde el lugar del accidente, ya que en una operación de búsqueda y rescate de alta montaña en marzo del año 2021, en la oportunidad se encontraron los restos del Subteniente Eduardo Reyes V., Copiloto (Q.E.P.D.) y Mario Benavides M., Topógrafo del Instituto Geográfico Militar (Q.E.P.D.). El cuarto tripulante del helicóptero el Cabo Segundo Ramón Sepúlveda P., Mecánico tripulante (Q.E.P.D.), fue avistado por un andinista en el año 1990 y rescatado por integrantes de la Escuela Montaña.
Fuente: Ejército.