- Un nuevo diorama del artista chileno Zerreitug fue inaugurado en el hall de acceso al edificio corporativo de Metro.
- Con réplicas de personajes icónicos como la banda Los Prisioneros, el diorama podrá ser apreciado por quienes transiten por el centro de Santiago, y grafica la vida en estación Moneda.
30.12.25.- No todos los viajes se miden en kilómetros, algunos se miden en memoria. En el hall del edificio corporativo de Metro, un tren NS74 se detuvo para quedarse. Se trata del nuevo “Diorama 50 años” conmemorativo por el medio siglo de historia de Metro. Una obra que condensa historia, arte y vida cotidiana en una escena minuciosa, precisa y profundamente humana.
El diorama recrea un tren en la estación La Moneda, dirección San Pablo, tal como se conocía en los primeros años de operación. Es un corte en el tiempo, pasajeros reconocibles, gestos cotidianos, escenas que hoy parecen lejanas, pero que siguen habitando la memoria colectiva de Santiago.
Su creador es Rodolfo Gutiérrez, Zerreitug, único artista chileno dedicado de forma exclusiva a la elaboración de dioramas históricos. Autodidacta y meticuloso, su relación con Metro comenzó en 1987, con la instalación del primer diorama en estación Cal y Canto. Desde entonces, su obra ha acompañado silenciosamente a millones de viajes, convirtiendo estaciones y pasillos en espacios de encuentro con la historia.
“Yo en realidad ya me considero parte del Metro y en algunas entrevistas me llaman el hombre del metro, son cosas que ponen los periodistas,pero para mí el metro ha sido muy importante y estoy muy agradecido de todos ustedes”, dice emocionado el artista.
Hoy, Metro alberga 28 dioramas en su red, tres de ellos realizados por Alfredo Urrutia y 25 por Zerreitug, siendo esta la obra número 26 del artista en Metro. Casi cuatro décadas de colaboración que han consolidado una de las relaciones más singulares entre arte público e infraestructura urbana en Chile.
“Al igual que todas nuestras obras, este diorama estará disponible para todas las personas que quieran venir a observarlo. Tiene mucho que ver con nuestra historia y con el compromiso de Metro con la ciudad y con quienes la habitamos. Cuando uno mira la obra, ve historia, cotidianidad, personas, incluso referentes culturales, y eso refleja lo que somos como empresa: estamos conectados con la ciudad, y también lo hacemos a través del arte, que es un compromiso muy relevante para Metro”, señaló Felipe Bravo, gerente general de Metro de Santiago.
El diorama también dialoga con la cultura popular. Entre los personajes representados se encuentra la icónica sesión fotográfica de Los Prisioneros al interior de un vagón NS74, un guiño que conecta el viaje subterráneo con la historia musical y social del país.
“Más allá de la experiencia personal, estoy convencido de que, sin Javier Pinto -director de la corporación-, el Metro de Santiago no sería lo que es hoy. El aporte de la Corporación Cultural MetroArte a la ciudad es significativo. Lo que se ha entregado a Santiago con 89 murales y casi 30 dioramas como regalo a la ciudad es incalculable. Y nada de esto sería posible sin los artistas, como Rodolfo y muchos otros, que han aportado con su talento en las estaciones”, destacó Guillermo Muñoz, presidente de Metro de Santiago.
Más que una escena técnica, la obra es un retrato humano. Treinta pasajeros al interior del vagón y diez personas en la estación evocan una forma distinta de habitar el Metro. Las figuras no son genéricas: representan personas reales, transformando el diorama en un documento visual de la vida urbana de una época.
El diorama, al igual que el libro de MetroArte, -disponible gratis para descarga en www.metro.cl -representan el cierre oficial de las actividades de aniversario de Metro.
Fuente: Metro.