Por Andrea Valenzuela, Gerenta General de Mobilink
Las lluvias intensas que azotaron a Chile en junio de este año, especialmente en las regiones del Biobío y La Araucanía, no solo dejaron a miles de personas damnificadas, viviendas anegadas y rutas interrumpidas: también pusieron nuevamente a prueba nuestra capacidad de respuesta frente a fenómenos climáticos extremos que, lamentablemente, se están volviendo más frecuentes.
En esas jornadas críticas, los equipos municipales y de emergencia debieron actuar con rapidez y decisión. Pero ¿cómo se organiza una evacuación cuando los caminos están cortados y las comunicaciones celulares colapsadas? ¿Cómo se coordina la entrega de ayuda cuando no hay señal?
La respuesta está en la comunicación crítica. En este tipo de emergencias, cada segundo cuenta. Por eso, tecnologías como el Trunking Digital han demostrado ser herramientas fundamentales para ayudar a que la información fluya de manera segura, prioritaria y sin interrupciones entre quienes están en primera línea de respuesta.
El Trunking Digital permite a distintos actores —municipios, brigadas de rescate, salud, seguridad y logística— operar en canales dedicados, con comunicación simultánea, geolocalización y respaldo de energía autónomo. A diferencia de las redes móviles convencionales, este sistema no depende de la infraestructura comercial ni se ve afectado por la congestión. Su diseño está pensado precisamente para entornos exigentes y de alta prioridad de respuesta, donde todo, menos las comunicaciones, pueden fallar.
La experiencia reciente en el sur de Chile demuestra una vez más que la preparación no puede limitarse a tener maquinaria o equipos en terreno. También implica asegurar que el personal de esos equipos puedan coordinarse, reportar, pedir ayuda y tomar decisiones en tiempo real.
El cambio climático nos exige elevar el estándar. Las lluvias de junio y julio no son un caso aislado: forman parte de un patrón creciente de eventos extremos que seguirán poniendo en tensión nuestras capacidades de respuesta. Ante eso, la comunicación crítica no es un extra, es parte de la infraestructura esencial del país.
Fuente: Vía Central.