Con el frío del invierno, cambian las necesidades nutricionales de perros y gatos. La académica Melissa Palacios, de Medicina Veterinaria UST Santiago, entrega recomendaciones clave para ajustar la alimentación según la raza, el pelaje y el entorno de cada mascota, evitando riesgos como el sobrepeso y fortaleciendo su sistema inmune.
Con la llegada del invierno, muchas personas se preguntan si deben modificar la dieta de sus mascotas. ¿Realmente necesitan más alimento? ¿Qué nutrientes son clave en esta temporada? La académica de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás, sede Santiago, Melissa Palacios, entrega recomendaciones fundamentales para que perros y gatos se mantengan sanos, activos y protegidos del frío.
¿Todas las mascotas necesitan más calorías en invierno?
Una de las principales preguntas que se hacen los dueños de las mascotas, es si necesitan o no más calorías en invierno. Según explica la docente, esto no es así necesariamente, ya que las necesidades calóricas varían dependiendo de factores como la raza, el tipo de pelaje y la condición corporal del animal. “En la época invernal las mascotas tienen diferentes necesidades, las cuales varían según raza, características físicas como su pelaje y condición corporal”, señala Palacios.
Por ejemplo, razas grandes con pelo largo, como el Golden Retriever, podrían no necesitar un aumento en su ingesta calórica, especialmente si ya presentan sobrepeso. En cambio, razas pequeñas de pelo corto, como el chihuahua, pueden requerir un ajuste en la alimentación para mantener su temperatura corporal. También se debe prestar atención especial a cachorros y animales geriátricos, ya que tienen un control térmico más limitado.
Nutrientes esenciales para el invierno
Una dieta equilibrada sigue siendo clave en esta temporada. No obstante, puede ser necesario complementar en ciertos casos. “Se recomienda, según el caso, incrementar la alimentación o suplementar con ácidos grasos omega 3 y suplementos vitamínicos con el objetivo de mantener un buen sistema inmune”, indica la especialista.
Eso sí, advierte que cualquier cambio o suplementación debe ser supervisado por un médico veterinario, quien podrá orientar la mejor alternativa según cada caso.
¿Qué riesgos tiene sobrealimentar a una mascota?
El error más común durante el invierno es ofrecer más comida sin una evaluación previa. Esto puede provocar un aumento excesivo de peso y desencadenar patologías crónicas.
“El principal riesgo de aumentar la cantidad de alimento es dar un exceso de energía, lo que genera un incremento en el peso del animal, provocando en el tiempo un estado de obesidad”, explica Palacios. Esto eleva el riesgo de enfermedades como la diabetes o el hipotiroidismo.
¿Influye si la mascota vive dentro o fuera del hogar?
Definitivamente sí. Las necesidades energéticas cambian según el entorno en que vive la mascota, especialmente por la exposición a las bajas temperaturas. “Los animales pueden requerir entre un 10% y un 90% extra de energía en climas fríos”, comenta la académica.
En condiciones ideales, las mascotas de pelo largo no necesitan gastar energía en generar o disipar calor cuando la temperatura está entre los 15 y 20°C. En el caso de animales de pelo corto, este rango se eleva entre 20 y 25°C. Cuando están fuera de estos rangos, el cuerpo debe trabajar más para mantener su temperatura, lo que aumenta su requerimiento calórico.
Señales de alerta
Hay varios indicadores que pueden reflejar una alimentación inadecuada en invierno. Entre ellos, destacan los cambios bruscos de peso, alteraciones en la piel, pelaje opaco o caída excesiva de pelo. “Estas señales dan indicios de alteraciones nutricionales. Siempre hay que considerar también la desparasitación interna periódica, ya que puede agravar estas condiciones”, enfatiza Palacios.
Finalmente, recomienda a los tutores llevar un control regular del peso de sus mascotas, ya que esto permite detectar a tiempo cualquier cambio significativo que pueda afectar su salud.
Fuente: Simplicity.