- Según datos de Tenable, el 9% del almacenamiento en la nube de acceso público tiene datos sensibles y el 97% de estos son “restringidos” o “confidenciales”.
- La cultura organizacional de resguardo ante los ciberataques es esencial para estar preparados frente este tipo de delitos.
13 de agosto de 2025.- Según datos del Foro Económico Mundial, 9 de cada 10 organizaciones sufrieron, al menos, un ciberataque en 2024. Y según información de CyberSecurity Ventures, se estima que el daño relacionado a este tipo de delitos llegue a los $10,5 trillones de dólares anuales para el 2025. De esta forma, la seguridad digital debe ser un pilar fundamental para todo tipo de empresas, pues los datos y claves de diversas operaciones corren riesgo de ser atacados y usados con fines maliciosos.
Los ciberataques consisten en robos digitales de la más diversa información. Los hackers utilizan variadas técnicas para cometer estos delitos, y actualmente se ayudan de herramientas digitales para atacar la seguridad de la nube, o cloud security, de las organizaciones. Este espacio online se refiere al conjunto de aplicaciones y tecnologías usadas para la protección de los datos de personas e infraestructuras. Así, estas plataformas están diseñadas para enfrentar amenazas, tanto internas como externas de seguridad de las empresas.
De esta manera, la nube es un sostén esencial para toda red de seguridad organizacional. Al resguardar la información clave, la nube entrega fiabilidad y permite una protección sofisticada no solo de los sistemas, sino que además de las personas que pertenecen a las empresas.
Según reveló el Cloud Security Risk Report 2025, elaborado por Tenable, empresa especializada en gestión de vulnerabilidades, los entornos cloud se ven en riesgo a causa de fallas en su configuración generalizadas y peligros pasados por alto referentes a entidades y servicios de IA.
Esta vulnerabilidad de la computación en la nube se debe combatir con el modelo de seguridad conocido como tríada de la ciberseguridad: confidencialidad, integridad y disponibilidad. La confidencialidad acredita que, exclusivamente, las personas autorizadas poseen acceso a datos confidenciales. La integridad garantiza que la información o datos no sean eliminados sin la aprobación correspondiente, mientras que la disponibilidad se encarga de que la data esté a disposición siempre que se necesite revisar.
“La gestión de la seguridad de la nube ya no se trata solo de cuidar contraseñas, sino que también de mantener el orden de las configuraciones heredadas. Esto, porque a raíz de un bloque esencial mal configurado, se traspasa ese riesgo a todos los datos que se constituyen sobre ese bloque”, sostiene Adriana Fonseca, Directora de Industrial Automation para el Cluster Sur Andino de Schneider Electric.
Claves para resguardar la ciberseguridad
La experta de Schneider Electric entrega algunas soluciones que pueden ayudar a las empresas a estar más protegidas ante este tipo de ataques. En primer lugar, se debe fomentar la cultura a nivel organizacional de la seguridad digital, de forma que, todos los empleados deben ser capacitados regularmente sobre esta problemática.
En línea con lo anterior se encuentra la evaluación periódica de seguridad a través de pruebas y auditorías técnicas, dado que la capacitación no sirve si es que no está precedida por pruebas que certifiquen la seguridad del ecosistema de datos.
Por último, preservar la higiene de las copias de seguridad también es primordial. Esto significa la instauración oportuna de actualizaciones y parches, cuyo fin es detectar a tiempo las vulnerabilidades de sistema digital.
Fuente: e-press