- La propuesta busca revertir el impacto negativo de la reforma de pensiones en el empleo y remuneraciones, además de potenciar un mayor ahorro y seguridad social.
- El gremio también solicitó avanzar hacia una agenda laboral sostenible, moderna y proempleo, junto con favorecer la formalización e incorporar los gastos en inteligencia artificial a la Ley I+D, entre otros.
- La Cámara anunció, además, el lanzamiento de un sistema que permitirá a los trabajadores ocasionales ahorrar para su vejez, y la creación del modelo chileno de autorregulación para empresas IA.
Santiago, 24 de julio de 2025.- Con ocasión de su aniversario número 106, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) —a través de su presidenta, María Teresa Vial— efectuó una evaluación de las grandes prioridades que enfrenta nuestro país en materia económica y delineó propuestas concretas que complementan la labor que ha venido desarrollando el gremio en distintas instancias.
Para ello, la representante empresarial estableció 3 ejes fundamentales que reflejan las áreas de trabajo prioritario: empleo, seguridad y economía informal, crecimiento económico y sostenibilidad.
PRIMER EJE: EMPLEO
De acuerdo con la CCS, los cambios regulatorios recientes en materia laboral están provocando efectos no deseados en el mercado del trabajo, desviando al empleo de su trayectoria de largo plazo e impidiendo que la tasa de desocupación retorne a niveles del 7% e inferiores.
La situación, lejos de mejorar, parece anticipar nuevos deterioros, con la próxima entrada en vigencia de las cotizaciones previsionales a cargo del empleador y a la espera de los resultados de la tramitación de más 20 proyectos laborales que encarecen aún más la contratación.
Para la presidenta de la CCS, “la prioridad inmediata es racionalizar la agenda regulatoria del mercado laboral, evitando introducir mayores costos que el empleo y el sector productivo no serán capaces de asimilar”. En el mismo sentido, Vial adelantó que la CCS está próxima a iniciar el trabajo de un grupo especializado que contribuirá a delinear una agenda laboral país “de equilibrio, actual, moderna y proempleo, cuyas recomendaciones compartiremos y gestionaremos de manera permanente desde el sector privado ante el poder ejecutivo y legislativo”.
En segundo lugar, la CCS propuso la implementación de un tratamiento de crédito fiscal al gasto en cotizaciones previsionales adicionales, que deberán financiar las empresas en el marco de la reforma de pensiones. Dicho crédito sería equivalente al 50% del gasto en cotizaciones, destinado a reducir el costo directo que deberán soportar los empleadores en el marco de la reforma laboral. “Es decir, los 7 puntos adicionales de cotización con cargo al empleador una vez completada la reforma, que corresponden a gastos necesarios para generar la renta, podrán deducirse, en un 50%, de los impuestos a pagar por la empresa”, explicó.
De esta forma, “se reduce el costo neto de contratación para la empresa, así como el impacto negativo en el empleo y en las remuneraciones. También se obtiene un incremento de los fondos previsionales, al haber un mayor número de personas con empleo formal”.
Sobre la viabilidad de la propuesta, la dirigenta indicó que “uno de sus grandes beneficios es que no requiere de compensación fiscal, ya que la reducción impositiva de primera categoría prácticamente se equipara con los mayores ingresos del tributo de segunda categoría”.
Adicionalmente, posibilitaría una mayor recaudación de impuestos en los trabajadores de altos ingresos, así como un aumento de ingresos impositivos provenientes de empresas que, debido a la medida, lograrían hacer viable su modelo de negocios.
A ello se suma la menor necesidad de recursos fiscales para financiar prestaciones sociales a personas que no aporten a la previsión social.
De acuerdo con la CCS, estas propuestas específicas buscan complementar las diversas recomendaciones que apuntan a modernizar el mercado laboral chileno, dotarlo de mayor flexibilidad, equilibrar oportunidades para mujeres, jóvenes y adultos mayores, y mejorar las capacidades y productividad de los trabajadores.
SEGUNDO EJE: SEGURIDAD Y ECONOMÍA INFORMAL
En la visión de la CCS, la seguridad y delincuencia, primera gran preocupación de los chilenos en todos los estudios recientes, no es solo una condición para vivir en paz: es un prerrequisito para la cohesión social, la movilidad urbana, la inversión y el trabajo
“En los últimos años, hemos sido testigos de un deterioro visible de las condiciones de seguridad en muchos barrios y centros urbanos de Chile. La percepción de inseguridad y el temor a ser víctima del delito ha aumentado, al igual que la tasa de homicidios y los espacios públicos que se han visto crecientemente capturados por el comercio ilícito, en muchos casos, por redes del crimen organizado”, resaltó María Teresa Vial.
En esa línea, junto con reiterar su apoyo al modelo de monotributo y los nuevos incentivos a la formalización anunciados por el gobierno esta semana (aunque manteniendo reparos sobre sus medidas compensatorias), la CCS anunció que espera implementar, en 2026, su proyecto de formalización en un clic, en el que ha trabajado durante más de dos años con el apoyo del sector público y privado.
Esta iniciativa está especialmente dirigida a promover la seguridad social en trabajadores ocasionales, proveyéndoles a ellos y a sus empleadores de un sistema simple, rápido y efectivo (de ahí su denominación “one clic”), para realizar sus cotizaciones.
“Así, nos hacemos todos responsables, como sociedad, de apoyar el presente y futuro de los chilenos y de la formalización laboral”, resumió Vial.
TERCER EJE: CRECIMIENTO ECONÓMICO
En el frente del crecimiento económico, la CCS lamentó la caída de nuestro PIB potencial a lo largo de las últimas décadas, haciendo un llamado a reivindicar su importancia como motor del desarrollo, movilidad social y bienestar de los hogares.
Pese a lo anterior, la presidenta de la CCS subrayó que “hoy tenemos una nueva oportunidad, quizá la última de este siglo, y que viene de la mano de la revolución de la inteligencia artificial”.
En tal sentido, apalancar su potencial transformador a través de todos los sectores económicos y los poderes del Estado aparece como una estrategia viable, la que “no solo establece nuevos estándares de eficiencia y productividad, sino que amplía las capacidades productivas, el bienestar de los consumidores, y el valor agregado del trabajo, al tiempo que proporciona la base para la creación de nuevo emprendimiento, modelos de negocios e industrias destinadas a liderar el cambio”.
Reconociendo los avances de la mano de la Política Nacional de Inteligencia Artificial, el gremio del comercio alertó sobre la amenaza que representa en este ámbito el proyecto de ley que regula los sistemas de inteligencia artificial que, aunque bien intencionado, según Vial “incorpora disposiciones que pondrán en peligro el desarrollo de la industria local de IA y la adopción de sus beneficios en el sector productivo e incluso en el mismo Estado”.
Debido a ello, la CCS propone quitar la suma urgencia y posponer la tramitación del proyecto de ley, abriendo espacio para un análisis profundo a la luz de los nuevos antecedentes, de las aprensiones del sector privado y de la necesidad de entender mejor la naturaleza de la correcta regulación del sector.
María Teresa Vial puso el énfasis en la responsabilidad con la que han actuado las empresas del sector IA local, argumentando que ellas son “las principales interesadas en proteger los derechos de las personas e instituciones, entendiendo que la confianza es el activo principal sobre el cual se desarrolla esta nueva economía”.
En tal sentido, la dirigenta anticipó que la CCS —a través de su grupo de expertos y empresas IA— desarrollará el primer modelo de autorregulación para empresas de inteligencia artificial, “el cual se hará cargo de los temores y de los principios que inspiran el proyecto de ley, y que será implementado dentro de este año, quedando disponible para su adhesión por parte de las empresas locales del rubro”.
La presidenta de la CCS puso hincapié en que “nuestro objetivo es que este modelo de buenas prácticas juegue un rol similar al que tuvo el sistema de autorregulación del comercio electrónico, y que permitió generar la confianza necesaria para desarrollar este sector que se ha vuelto tan importante en nuestra sociedad”.
Finalmente, la CCS celebró la reciente renovación de la Ley I+D hasta 2025, la cual otorga un crédito tributario del 35% a los gastos en investigación y desarrollo de las empresas, e incorporar a ella de manera explícita los gastos en IA como elegibles para dicho beneficio. “Como CCS nos comprometemos a establecer un puente de intermediación, para acercar a las empresas al uso efectivo de este mecanismo”, concluyó Vial.
Fuente: Extend