Principal objetivo es financiar infraestructura resiliente que reduzca vulnerabilidades frente a
amenazas y asegure la continuidad de servicios esenciales.
(Belém, 14 de noviembre de 2025). CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-, en
alianza con la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR),
anunció en la COP30 el primer bono de resiliencia en América Latina y el Caribe para financiar
infraestructura resiliente que reduzca vulnerabilidades frente a amenazas y asegure la
continuidad de servicios esenciales.
El bono, por USD 100 millones y alineado con la Taxonomía de Resiliencia de los Bonos
Climáticos (Climate Bonds Resilience Taxonomy), financiará infraestructura resiliente orientada a
reducir vulnerabilidades frente a amenazas climáticas y garantizar la continuidad de servicios
esenciales en América Latina y el Caribe. Los primeros proyectos identificados se encuentran en
Brasil, país anfitrión de la COP30.
UNDRR actuó como coordinador técnico en la selección de los proyectos y la verificación de su
elegibilidad, con base en la Metodología de la Taxonomía de Resiliencia de los Bonos Climáticos
(2024) y el documento “Diseño de un Marco de Clasificación para la Resiliencia Climática”
(2023), desarrollados conjuntamente por UNDRR y Climate Bonds Initiative (CBI).
“Este es el primer bono de resiliencia para América Latina y el Caribe, y el segundo en el mundo
con esta taxonomía, y refleja el compromiso de CAF de movilizar recursos a gran escala para
financiar infraestructura crítica que permita a la región adaptarse a la crisis climática y reducir la
vulnerabilidad de sus poblaciones ante eventos extremos”, dijo Sergio Díaz-Granados,
presidente ejecutivo de CAF.
“El bono de resiliencia de CAF acelera la inversión para reducir el riesgo de desastres y la dirige
hacia donde más se protege a las personas, con infraestructura resiliente que mantiene servicios
de agua, energía y movilidad operando frente a los eventos. UNDRR se enorgullece de esta
alianza con CAF para movilizar financiamiento que contribuya a comunidades más seguras y
economías más fuertes”, aseguró Kamal Kishore, Representante Especial del Secretario General
de ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y Jefe de UNDRR.
Inversiones en Resiliencia
El bono de resiliencia es un instrumento de deuda que moviliza recursos del mercado de
capitales para proyectos que fortalecen la resiliencia de la infraestructura crítica, protegiendo los
servicios esenciales y el bienestar de las personas.
Los recursos del bono se destinarán a proyectos de agua y saneamiento, drenaje y control de
inundaciones, gestión de residuos, energía distribuida para servicios críticos, soluciones basadas en la naturaleza y movilidad segura, con prioridad en inversiones locales que contribuyan a
fortalecer la infraestructura crítica y los servicios esenciales.
Los proyectos deberán demostrar reducción de exposición y vulnerabilidad, capacidad operativa
durante eventos extremos y tiempos de recuperación más cortos.
El enfoque se alinea con la Prioridad 3 del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de
Desastres, el Artículo 2.1(c) del Acuerdo de París, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 11
(Ciudades y Comunidades Sostenibles) y 13 (Acción por el Clima).
América Latina y el Caribe registra un crecimiento sostenido de instrumentos temáticos, pero la
inversión directa en resiliencia sigue siendo menor frente al gasto en respuesta y recuperación.
De acuerdo con el Informe de Evaluación Regional sobre el Riesgo de Desastres en América
Latina y el Caribe (RAR), los países destinan una proporción limitada de su presupuesto a la
reducción del riesgo de desastre y la ayuda oficial al desarrollo destinada a la prevención es
mínima. A través de los bonos de resiliencia se puede contribuir a cerrar parte de esa brecha al
orientar capital hacia proyectos que reducen pérdidas, protegen medios de vida e impulsan la
resiliencia urbana.
La alianza entre CAF y UNDRR marca un hito en la movilización de recursos para la resiliencia
en América Latina y el Caribe. Con el bono de resiliencia, más ciudades estarán mejor
preparadas, los servicios esenciales seguirán funcionando cuando más se necesiten, y las
economías locales podrán recuperarse más rápidamente.
Fuente: EK.