Ana Francisca Soto, etóloga clínica y secretaria Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile y Paula Bravo, médica veterinaria de la Usach, explicaron de qué se trata, cuáles son los síntomas y cómo se puede disminuir.
Hay pocas cosas más bonitas que llegar a tu casa y que el primero que te reciba sea tu perro, moviendo su cola sin parar y con un arsenal de lengüetazos, con el único objetivo de demostrar lo feliz que está de verte.
Pero esta explosión de amor y euforia puede esconder un problema que muchas veces pasa desapercibido para sus dueños: la ansiedad por separación.
Debido a que los perros son animales sociables y sensibles, los cambios bruscos, carencias en la socialización, experiencias negativas o relaciones inconsistentes pueden afectar el bienestar emocional de estos animales.
Ana Francisca Soto, etóloga clínica y secretaria Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile, explicó a Diario Usach que la ansiedad por separación “es un trastorno conductual en el que el perro experimenta un malestar intenso cuando se queda solo o se separa de su figura de apego. No se trata de desobediencia ni de ‘mala conducta’, sino de una respuesta emocional de angustia frente a la ausencia del tutor”.
En tanto, Paula Bravo, médica veterinaria y encargada del área de control de animales domésticos y de plagas del departamento de Campus de la Universidad de Santiago, complementó lo dicho por Soto explicando que “por lo general se debe al desarrollo de un hiperapego por parte de su humano/a responsable, aunque en ocasiones puede también asociarse al estrés causado por un cambio de rutinas”.
Los perros que viven con este trastorno conductual lo pueden expresar de varias maneras, algunas de estas son ladridos, llantos o aullidos excesivos, destrucción de objetos, inquietud, conductas repetitivas o intentos de escape. Estos comportamientos se pueden dar cuando el perro está solo e incluso pueden aparecer algunos signos de estrés antes de que la persona salga de casa.
Por eso es importante diferenciar el comportamiento de un perro con ansiedad por separación a uno común. La etóloga clínica explica que “la diferencia está en la intensidad, la frecuencia y el contexto. Un perro con este problema realmente sufre: las conductas aparecen casi exclusivamente cuando queda solo, no se explican solo por aburrimiento y no mejoran con el tiempo. Además, suelen ir acompañadas de signos claros de estrés y angustia”.
¿Cómo tratar a un perro para que disminuya su ansiedad?
Para poder aliviar al perro, y mejorar su calidad de vida, se debe realizar un tratamiento gradual que le permita tolerar de forma progresiva la soledad a través de un ambiente controlado, trabajando la autonomía emocional del perro y con tratamiento farmacológico recetado por un médico veterinario. “Castigar nunca es una opción, ya que empeora el problema”, enfatizó Ana Francisca Soto.
Paula Bravo de la Usach entregó las siguientes acciones para tratar la ansiedad de separación de los perros.
- Evitar los rituales de despedida
- No tomarle atención desde una media hora antes de dejarle solo/a
- Evitar frases de despedida que el animal pueda asociar a que se quedará solo
- Evitar tener una rutina antes de salir, para no alertar al animal
Cosas que podemos hacer al regresar de nuestra salida:
- Ser indiferentes los primeros minutos al llegar a casa
- Evitar saludos o caricias excesivas
- Esperar a que el animal esté tranquilo antes de acariciarlo
- En caso que haya destruido algo, evitar el castigo pues puede incrementar su ansiedad por separación
Otras acciones que se pueden considerar son:
- En general, solo acariciarlo cuando esté tranquilo
- Si se pone nervioso cuando tomamos las llaves o una bolsa, porque lo asocia a que se quedará solo, es recomendable repetir estas acciones incluso cuando no saldremos, para que deje de interpretarlas como señal de que saldremos
Por otro lado, la crianza temprana es muy importante para que tu mascota sepa estar sola. En el caso de los cachorros esta enseñanza debe ser gradual. La secretaria Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile plantea que lo mejor es realizar “separaciones cortas, predecibles y positivas, fomentar la independencia, evitar la sobreestimulación constante y no hacer despedidas ni reencuentros exagerados”.
Por último, es bueno considerar enriquecer su medio con juguetes y distracciones que le permitan poner su atención en otro foco durante su tiempo a solas, también ayuda a manejar la ansiedad”, explicó Bravo.
En caso de tener un perro que nunca haya estado solo, y que por lo tanto no maneja bien esta soledad, se tienen que aumentar lentamente los tiempos de separación, asociar la soledad con experiencias positivas e ir reduciendo la dependencia emocional. Para estos casos en particular es muy importante estar acompañado de un profesional del comportamiento.
Fuente: Usach