- El ingreso de estos productos de contrabando desde Bolivia va en aumento, con más de un millón de unidades decomisadas solo en lo que va del año.
- Académica y nutricionista de la UTalca, exhortó que si los huevos no cuentan con una rigurosa trazabilidad, son un riesgo para el consumo humano.
Una docena de huevos a mitad de precio en la feria pueden esconder un peligro invisible y la posibilidad de intoxicaciones alimentarias, es un riesgo real en este tipo productos, ya que si se desconoce su procedencia y la forma en que han sido almacenados y distribuidos, es imposible contar con condiciones mínimas de trazabilidad.
Por eso, el decomiso en lo que va del año, de más de un millón de huevos de contrabando provenientes de Bolivia, por parte del Servicio Agrícola y Ganadero chileno (SAG), encendió las luces de alerta entre los expertos y autoridades sanitarias. Así lo detalló la académica de la Universidad de Talca, Cecilia Valenzuela, quien advirtió que el mayor riesgo de consumir huevos de origen desconocido es la intoxicación.
“La principal bacteria con la que nos podemos contaminar es la salmonella y la intoxicación puede aparecer entre 6 y 72 horas después del consumo, causando diarrea, vómitos y fiebre. Por eso, ante estos síntomas se debe acudir al médico, especialmente en embarazadas, niños o adultos mayores”, advirtió la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la casa de estudios.
Reglas de oro para consumir huevos
Para un consumo seguro de este alimento, la nutricionista recomendó comprar solo huevos de origen conocido y en locales establecidos, verificando que la cáscara esté limpia, entera y sin grietas. Una vez adquiridos, aconsejó no lavarlos hasta el momento de usarlos, para no eliminar su protección natural, además de mantenerlos refrigerados o en un lugar seco y fresco.
Como medida de manipulación efectiva, la especialista aconsejó romperlos primero en un plato (no directamente en el sartén) para evitar contaminar utensilios. Además, subrayó que los huevos crudos no deben tocar alimentos listos para el consumo y que “cualquier superficie que entre en contacto con ellos debe lavarse antes de seguir cocinando”.
Consumir un huevo poco cocido también conlleva riesgos. “El huevo a la copa no es un método de cocción seguro”, enfatizó la académica, quien también sugirió cocinar los huevos hasta que la yema esté firme y preferirlos en preparaciones bien cocidas, como el tradicional huevo duro.
Para la mayonesa casera, recomendó usar solo huevos pasteurizados y evitar el huevo crudo, porque el riesgo de contaminación es mayor. En este sentido, la nutricionista advirtió que, “si el huevo al introducirlo en agua flota o queda un poco inclinado, es que ya ha perdido algo de frescura y, si bien lo podemos consumir bien cocido, puede implicar un riesgo”.
Finalmente, la nutricionista Cecilia Valenzuela subrayó que, más allá de los cuidados a la hora de consumirlos, es importante no estigmatizarlos, ya que el huevo “es un alimento rico en proteínas y de alto valor biológico, muy beneficioso en todas las etapas de la vida, siempre que se consuma con las debidas precauciones”.
Fuente: Universidad de Talca