● Las tres principales sustancias que motivaron el ingreso a tratamiento en algún centro de rehabilitación de Senda fueron el alcohol (35,6%), seguido por la cocaína (30,2%) y pasta base (21,8%).
●Experto señala que el abordaje de las adicciones ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, alejándose de enfoques centrados en la voluntad individual o el control conductual.
En el documento, titulado Radiografía a personas en recuperación por consumo problemático de alcohol y otras drogas, presentado por el Servicios Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, también se da muestra de la notable mejoría que sufren las personas que se someten a tratamientos luego de dejar estas drogas.
Para los especialistas en el tema, el enfoque debe ser integrador, donde se una neurobiología, trauma complejo, teoría del apego y modelos constructivistas, para así abordar el consumo problemático de sustancias desde su totalidad.
Hoy, se reconoce que el consumo problemático de sustancias está profundamente vinculado a historias personales marcadas por vínculos inseguros, experiencias traumáticas y contextos emocionales adversos. Ante esta complejidad, la formación especializada se vuelve clave.
Así lo plantea el psiquiatra Humberto Guajardo, docente del programa de formación en psicoterapia de las adicciones que imparte ADIPA, “Una persona que desarrolla una dependencia no lo hace por una elección consciente o libre. Hay una historia detrás, muchas veces silenciosa, que el terapeuta debe saber leer”, explica.
Por eso, el modelo que promueve esta formación combina herramientas de distintas disciplinas: los aportes de la neurobiología, la comprensión del trauma complejo, la teoría del apego y los modelos constructivistas. Esta mirada integradora permite al terapeuta entender el síntoma adictivo como una expresión de un sufrimiento más profundo y no como un problema aislado.
Uno de los pilares del enfoque es la comprensión del trauma complejo, definido no como un hecho puntual, sino como un cúmulo de experiencias adversas a lo largo del tiempo. “El dolor emocional muchas veces no se manifiesta de forma evidente. Acompañar al paciente requiere reconocer lo que muchas veces ni él puede nombrar”, agrega Guajardo.
La teoría del apego también juega un rol central: se entiende que los vínculos tempranos, estables y afectivos son determinantes para el desarrollo saludable del sistema nervioso y de las capacidades de autorregulación emocional. En ausencia de estos, muchas personas recurren a las sustancias como una forma de regulación precaria.
Desde esta perspectiva, el desafío para los terapeutas es doble: dejar atrás modelos rígidos y uniformes, y al mismo tiempo adquirir las herramientas necesarias para generar un vínculo terapéutico seguro, desde el cual acompañar procesos profundamente personales.
En un escenario donde las tasas de consumo problemático crecen y las respuestas muchas veces siguen siendo estandarizadas, avanzar hacia una formación especializada, profunda y actualizada no es solo deseable, sino necesario.
Para quienes estén interesados en la temática, ADIPA, referente en educación mental, realizará un “Postítulo en Psicoterapia para el Tratamiento de Adicciones: aproximación Neuroafectiva Constructivista”, con el Psiquiatra Humberto Guajardo.
La instancia está dirigida a profesionales del área de la salud mental tales como psicólogos, psiquiatras, médicos generales becados en área de salud mental, trabajadores sociales clínicos, terapeutas ocupacionales que se desempeñen o deseen desempeñarse en programas de tratamiento de adicciones, centros terapéuticos, dispositivos de salud mental o intervención comunitaria.
Para conocer más información se puede ingresar a www.adipa.cl
Fuente: comunicate360.