- En Sevilla, el director de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES), José Luis Murillo, participó en el encuentro “Soluciones hídricas resilientes”, organizado por la Asociación Internacional de Desalación y Reutilización (IDRA).
Sevilla, junio de 2025 –Beber agua de la llave sin correr riesgos sanitarios es parte de la rutina de muchos chilenos, pero es en realidad un logro que lo posiciona como líder, siendo además uno de los pocos países capaces de recolectar y tratar el 100% de las aguas servidas generadas en núcleos urbanos. Y fue la experiencia nacional la que relevó el director de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) y gerente general de Esval y Aguas del Valle, José Luis Murillo, en Sevilla, durante el encuentro “Soluciones hídricas resilientes”, organizado por la Asociación Internacional de Desalación y Reutilización (IDRA).
Cabe destacar que según el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) 2024, publicado por las universidades de Yale y Columbia, el país obtuvo el primer lugar mundial en el indicador de tratamiento de aguas residuales, destacando entre 180 países evaluados.
Desde el Congreso IDRA en Sevilla, José Luis Murillo destaca que “Chile es uno de los pocos países que entrega agua potable segura y continua en todas sus ciudades y que recolecta y trata el 100% de las aguas servidas urbanas. Es un modelo valorado internacionalmente y nos da una base muy sólida para avanzar en el reúso”. Según Murillo, “el desafío ahora es transformar esa capacidad instalada, en especial del tratamiento de aguas servidas, en una fuente confiable y sostenible para las actividades productivas. Tenemos la tecnología, la experiencia y, sobre todo, la convicción de que la seguridad hídrica no es un lujo: es la condición para sostener la vida y el desarrollo de Chile”.
A pesar de este liderazgo, el reúso directo de aguas servidas tratadas es todavía limitado. Mientras que en países como Israel el reúso directo alcanza el 90% y en Singapur supera el 40%, en Chile sólo reutilizamos el 5,8% de las aguas residuales en forma directa, habiendo mucho espacio para crecer principalmente en el 22% de aguas servidas tratadas que son dispuestas hoy en el mar a través de emisarios submarinos de ciudades costeras como Arica, Iquique, Antofagasta, Coquimbo y La Serena, Valparaíso y Concepción. En muchas de esas regiones es posible encontrar demanda de agua para destinos agrícolas e industriales que, con las escalas e incentivos adecuados, podrían viabilizar las inversiones necesarias para instalar los sistemas de tratamiento y transporte que permitan su aprovechamiento.
El desafío pendiente es aprovechar esta infraestructura y capacidad técnica para abastecer sectores clave como la agricultura, la minería, la industria alimentaria y el hidrógeno verde, liberando además presión sobre las fuentes continentales. Todo ello, con una mirada que incorpore iniciativas que incorporaron la sostenibilidad: Social, Ambiental y Económica. Según el catastro de ACADES y la Corporación de Bienes de Capital, Chile cuenta hoy con 41 proyectos en desarrollo o construcción relacionados con el reúso y la desalación de agua de mar, que representan inversiones por sobre los USD 22.000 millones.
“Chile es un país relevante en la conversación global sobre agua, y el reúso es una herramienta que podemos aprovechar mejor. Tenemos mucho que aportar y también mucho que aprender de experiencias internacionales que muestran que estas aguas no son un residuo, sino una oportunidad para el desarrollo sostenible”, subrayó Murillo.
Cambio climático y preocupación de la ciudadanía
La seguridad hídrica es una materia que importa a los chilenos. Un reciente estudio de la consultora Criteria, encargado por Acades, muestra que el cambio climático es una preocupación relevante para los chilenos: el 34% dice estar ‘muy preocupado’ y el 47% ‘preocupado’ porque los impactos del cambio climático van a ser negativos y significativos. Sólo un 14% dice estar ‘tranquilo’ o ‘muy tranquilo’ porque el cambio climático no existe o va a tener impactos menores.
El mismo estudió detectó que casi dos tercios de la población (67%) muestra algún grado de disposición a pagar más en la cuenta mensual del agua potable con tal de evitar futuros racionamientos. Sólo el 33% dijo estar ‘Nada dispuesto’. Ello evidencia, que cada día la ciudadanía es más consciente de avanzar en soluciones de respaldo hídrico.
Fuente: Corpo