El investigador de la Facultad de Humanidades de la USerena, especialista en violencia escolar, Dr. Pablo Castro realizó un llamado a que “las voces de quienes viven la escuela día a día” deben ser escuchadas al momento de resolver conflictos en esta materia.
Ante los recientes hechos de violencia escolar ocurridos durante las últimas semanas, el académico e investigador del Departamento de Psicología de la Universidad de La Serena, Dr. Pablo Castro Carrasco, planteó que no se puede dejar fuera del debate a los establecimientos, padres, estudiantes y profesores, más aún cuando se generan medidas que inciden directamente en la experiencia educativa.
“Una vez más, las respuestas tienden a centrarse en medidas punitivas y dispositivos de control, como si el problema fuera solo de orden y seguridad, y no también de sentido, de vínculo, de formación. Desde la pandemia, el discurso sobre violencia en las escuelas ha ganado espacio en medios, redes sociales y declaraciones institucionales. Pero en medio de ese ruido, algo esencial queda fuera: las voces de quienes viven la escuela día a día”, afirmó el académico.
El Dr. Castro también señaló que “se suele explicar la violencia escolar como algo que llega desde afuera: la familia, las redes, la salud mental. Pero cuando los hechos ocurren en la escuela, deben ser comprendidos como conflictos escolares. No es lo mismo que suceda en una casa o en un mall”.
Sobre este último punto enfatizó en que los estudiantes no siempre se comportan de la misma forma en la escuela que en otros lugares, por lo que un establecimiento pasa a estar directamente vinculado al conflicto, ya que también podría formar parte de una solución al momento de enfrentar una situación de violencia escolar.
“Un estudiante que agrede a un profesor no se comporta igual con un vendedor o un guardia. La escuela, por tanto, no es solo escenario: es parte del conflicto, y también de su posible transformación”, aseveró el Dr. Castro.
El docente reafirmó que “pocas veces se pregunta a quienes habitan la escuela”, por lo que “en lugar de protagonizar el debate, la comunidad educativa aparece como objeto de intervención”, comentó en relación a las medidas de seguridad que han instalado las autoridades en diversos establecimientos producto de recientes riñas y tiroteos.
En esta misma línea, el psicólogo y especialista en materias vinculadas a la convivencia educativa, expresó que “los padres tienen que estar muy conscientes de que tienen que solicitar a los establecimientos diseñar medidas en donde puedan participar. Eso se ha visto que funciona. No solo sirven medidas disciplinarias muy fuertes, ni una disputa entre ellos”.
Actualmente, el investigador se encuentra trabajando, junto a un grupo de docentes y especialistas, en el último año de ejecución de un proyecto FONDECYT regular vinculado a investigar la convivencia escolar y la violencia post-pandemia en Chile.
De esta manera, un equipo de trabajo liderado por el académico, ha reconstruido teorías colectivas desde el discurso público, es decir se encuentran concluyendo si las políticas públicas educativas son concordantes con los que han señalado expertos, autoridades y medios de comunicación frente a esta problemática.
Fuente: U. Serena.