Dr. Nicolás Maldonado Acosta
Académico de Química y Farmacia
Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia
Con la llegada de las Fiestas Patrias, los chilenos nos reunimos en torno a la mesa para disfrutar de lo que más nos gusta: empanadas, choripanes, carnes asadas, anticuchos, sopaipillas, vino, chicha y el tradicional terremoto. Se trata de un momento de celebración y encuentro familiar, pero junto con la alegría y la abundancia suele aparecer una molestia frecuente: la acidez estomacal o pirosis, ese ardor que tantos conocemos.
En los últimos años, se ha vuelto costumbre acudir de manera casi automática al omeprazol o a sus derivados para “prevenir” o “curar” estos malestares digestivos. Incluso hay quienes lo toman antes de una comida abundante, como si se tratara de una especie de escudo protector frente a los excesos. Este hábito, lejos de ser inocuo, refleja un uso inadecuado y riesgoso de un medicamento que nunca debió ser utilizado como antiácido de rescate.
Fuente: USS