Los meses que cierran el año y las vacaciones de verano suelen venir cargados de gastos adicionales para todos y también para los pensionados: regalos, celebraciones, viajes, apoyo a hijos y nietos.
Para quienes viven de su jubilación y, por ello, cuentan con ingresos acotados, es clave planificar con tiempo y tomar algunas precauciones para no caer en deudas que después se vuelven imposibles de manejar.
En ese contexto, y sobre la base de su experiencia de casi 60 años apoyando a afiliados pensionados (y también a trabajadores activos) Caja 18 entregó una serie de sugerencias que pueden orientar a quienes ya se han pensionado.
1.- Prioridades claras
El primer paso es armar un presupuesto sencillo: anotar todos los ingresos del mes (pensión, otros apoyos) y todos los gastos fijos (arriendo, cuentas básicas, medicamentos, alimentación). A partir de ahí, definir cuánto es realmente posible destinar a celebraciones y vacaciones sin comprometer el pago de lo esencial.
Es recomendable fijar un monto máximo para regalos y panoramas y respetarlo, aunque aparezcan ofertas o presiones familiares. Cuando el presupuesto es acotado, es mejor ajustar los planes (regalos simbólicos, actividades gratuitas) que endeudarse por varios meses para financiar un gasto de pocos días.
2.- Tener un límite sano de endeudamiento
Especialistas recomiendan que las cuotas de créditos y tarjetas nunca superen el 25% del ingreso mensual disponible, límite que debería ser bastante menor para los ingresos más bajos. Si se pasa de ese umbral, el sobreendeudamiento empieza a volverse crítico. En el caso de las personas mayores, que suelen tener menos margen para aumentar sus ingresos en el futuro, es más importante aún no comprometer más de una fracción razonable de la pensión.
Si ya existen deudas anteriores, el llamado es a no sumar nuevos compromisos sin antes revisar cuánto se está pagando hoy y cuántos meses quedan por delante. De ser necesario, se puede evaluar la reorganización de deudas en canales formales regulados, antes de seguir acumulando cuotas dispersas
3.- En caso de requerirlo, solicitar créditos solo en el sistema financiero formal
El sistema financiero formal tiene varias alternativas institucionales (Cajas de compensación, cooperativas o bancos) que poseen diferentes productos. Pero lo importante es que en todas ellas hay protección y regulación legal y las tasas, costos y plazos son conocidos y respetados.
La recomendación es ver la opción más adecuada a la necesidad, informándose sobre los montos, plazos y costos, en especial, es importante conocer la Carga Anual Equivalente (CAE) del crédito. El CAE es un porcentaje que muestra el costo total del crédito en un año, considerando no solo la tasa de interés, sino también los seguros y gastos obligatorios asociados. Este indicador permite comparar distintas alternativas siendo el de menor valor el más conveniente.
En este sentido los afiliados de cajas de compensación tienen como beneficio directo el acceso a orientación financiera si lo requieren.
4.- Aprovechar la educación financiera de su Caja de Compensación
Las cajas de compensación cumplen un rol social relevante con sus afiliados pensionados, no solo al ofrecer beneficios y créditos, sino también acompañamiento y educación financiera. En el caso de Caja 18, existen programas y contenidos específicos para pensionados que buscan entregar herramientas para entender mejor el endeudamiento, planificar gastos y utilizar el crédito de manera responsable.
Optar por un crédito social en una institución a la que se está afiliado permite acceder a condiciones conocidas, tasas transparentes y descuentos directos en la liquidación de la pensión que facilitan el cumplimiento oportuno de las cuotas, evitando atrasos y recargos.
Frente a cualquier necesidad de financiamiento para enfrentar gastos de fin de año o de verano, la invitación es a informarse, comparar alternativas formales y, ante la duda, acercarse primero a la institución para recibir orientación antes de tomar decisiones que puedan afectar la tranquilidad económica en este período de sus vidas.
5.- Ahorro permanente, aunque sea en pequeños montos
También es una buena opción ahorrar pequeñas sumas durante el año para gastos de fin de año y verano, destinando un monto fijo apenas se recibe la pensión.
6.- Preferir medios electrónicos
Tanto para cobrar su pensión, recibir un crédito social o realizar operaciones financieras, lo recomendable es optar siempre por los medios electrónicos cómo sitios de internet, tarjetas digitales, aplicaciones móviles (app), plataformas digitales, entre otras-, los cuales reducen los riesgos ya que cuentan con protocolos de seguridad y permiten tener un mayor control de las transacciones realizadas
7.- Confiar en la familia o red de apoyo
En el caso de los pensionados, es bueno insistir en que, ante cualquier necesidad financiera, aunque la familia o la red de apoyo no pueda facilitar un determinado apoyo financiero, sí puede ser un pilar de confianza y orientación. Por ello, siempre se recomienda conversar abiertamente con la familia sobre el presupuesto con el que efectivamente se cuenta.
Fuente: grupostrategika.