Santiago, noviembre de 2025.- Desde los primeros métodos de pago, como la imprinter manual, hasta la reciente eliminación de la tarjeta de coordenadas, Chile ha vivido una profunda transformación en la forma de validar las transacciones financieras. Impulsadas por la necesidad de reforzar la seguridad y protección de los datos, estas innovaciones se han adaptado al ritmo de la era digital, dando paso a una de las tecnologías más efectivas y seguras de la actualidad: la tokenización.
“La historia de los pagos en Chile siempre ha sido una carrera contra la exposición de datos”, explica Santiago Witis, Country Manager del Cono Sur de Pomelo. “Pasamos de verificar manualmente con una llamada, a depender de un chip, y finalmente, a necesitar de claves estáticas como la de coordenadas, que fue un recurso necesario pero ya vulnerable. La eliminación de esta tarjeta en 2025 es una declaración de que el mercado chileno exige soluciones que actúen a la velocidad y seguridad del mundo digital.”
La tokenización: El estándar global que ya está presente en Chile
Hoy, sistemas de pago como Apple Pay y Google Pay ya utilizan la tokenización de forma integrada, y es fundamental que bancos y fintechs adopten esta tecnología cuanto antes. Los consumidores demandan transacciones cada vez más rápidas y eficientes, pero sin sacrificar la seguridad y la prevención del fraude. En este marco, la tokenización permite justamente eso: operaciones más ágiles, seguras y cómodas.
Pomelo, líder en tecnología financiera para la emisión, procesamiento y gestión del negocio de tarjetas en América Latina, permite a los emisores chilenos dar el nuevo paso en esta evolución histórica a través de la tokenización. Este proceso transforma la información sensible de la tarjeta en un código único (token), que sustituye los datos reales del plástico durante las transacciones, evitando su exposición y reduciendo el riesgo de fraude
¿Cómo funciona? Cuando se agrega una tarjeta a una billetera digital, su información sensible se encripta y almacena en un entorno seguro, conocido como “token vault”. Los datos confidenciales se codifican y encriptan de modo que solo puedan descifrarse mediante una clave secreta.
A partir de ese proceso se genera un token único, que actúa como sustituto de la información real. Ese token es el que se utiliza para realizar las transacciones: viaja al comercio o al procesador de pagos, quien luego lo emplea para completar la operación de forma segura.
A diferencia de la Imprinter que exponía el número de tarjeta física, o de la tarjeta de coordenadas que exponía un código, la tokenización garantiza que la transacción se valide sin que el número de cuenta principal (PAN) se vea comprometido.
“El recorrido desde los años ochenta demuestra que la validación debe ser dinámica, inmediata e imperceptible para el usuario”, señala Witis. “En Pomelo no solo ofrecemos una solución de tokenización, sino también la infraestructura que permite a Chile sostener su liderazgo regional en la sofisticación de los sistemas de pago. Con el advenimiento acelerado de la IA, la tecnología de tokenización de Pomelo sienta las bases para una nueva generación de pagos agénticos, en la que los dispositivos, aplicaciones o servicios podrán ejecutar transacciones de forma autónoma, segura y en tiempo real. Estamos construyendo el futuro de los pagos sobre una base de seguridad en constante evolución.”
Fuente: Parla