Por Andrea Valenzuela, Gerenta General de Mobilink
A partir del 28 de noviembre de 2025 entra en vigencia la Ley 21.659, la nueva Ley de
Seguridad Privada. Su objetivo es claro: establecer estándares modernos, elevar la
profesionalización del sector y reconocer explícitamente el rol colaborador que cumple la
seguridad privada en la seguridad pública. No es solo una actualización normativa; es un
cambio estructural para alinear la forma en la que operan miles de empresas, instituciones y
trabajadores en todo el país.
Uno de los pilares centrales de esta ley es la incorporación de tecnología como herramienta
esencial para prevenir incidentes, fiscalizar el cumplimiento y fortalecer la transparencia. En
ese contexto, las cámaras corporales ocupan un lugar especialmente relevante. Ya no son
un accesorio más o un piloto experimental: pasan a ser una pieza clave para avanzar hacia
buenas prácticas de transparencia, proteger a los trabajadores y generar evidencia válida y
objetiva ante un incidente.
Su utilidad está ampliamente demostrada en diferentes partes del mundo. Las cámaras
corporales disuaden comportamientos inadecuados tanto por parte de personas como de
guardias o policías, reducen los conflictos y facilitan la reconstrucción fáctica de los
hechos. En sectores como el retail, la seguridad bancaria, los eventos masivos o la
protección de infraestructura crítica, su uso permite disminuir pérdidas, respaldar
decisiones operacionales y fortalecer la confianza con clientes, comunidad y autoridades.
Sin embargo, su incorporación a la nueva ley no se limita sólo al “qué”, sino también al
“cómo”. La normativa requiere estándares técnicos exigentes: grabación en alta calidad de
imagen, identificación clara de personas, objetos y lugares, funcionamiento en movimiento o
condiciones de iluminación o climáticas adversas, activación rápida ante emergencias y
almacenamiento seguro con trazabilidad completa y segura de la evidencia. Todo ello
apunta a un principio central: la cadena de custodia digital, es decir, el proceso riguroso que
garantiza la autenticidad e integridad de la evidencia física desde su recolección hasta su
presentación en un juicio, asegurando que no ha sido manipulada ni contaminada, debe ser
inviolable . Sin estos elementos, la evidencia sería inútil.
Esto obliga a las empresas a dejar atrás soluciones improvisadas o dispositivos no
diseñados para uso profesional. La ley es explícita: no bastan cámaras de celular ni equipos
domésticos. Se requiere tecnología certificada, segura y preparada para operar en
escenarios reales de alta demanda y riesgo. Desde Mobilink hemos visto de primera mano
cómo este enfoque y transición tecnológica genera valor: trabajadores más protegidos,
empresas más transparentes, y procesos internos más sólidos y ágiles frente a auditorías o
investigaciones.
La implementación de la Ley 21.659 no será un trámite menor. Empresas de vigilancia,
transporte de valores, bancos, centros comerciales, hospitales, condominios, municipios y
organizaciones que administran infraestructura crítica conforman este grupo objetivo en
este desafío transversal que es, al mismo tiempo, una oportunidad para elevar el estándar
nacional. La seguridad privada hoy cumple funciones que impactan directamente la vida
cotidiana de millones de personas. Su modernización beneficia a toda la sociedad.
El llamado es claro: prepararse desde ya. La entrada en vigencia no solo exige cumplir la
norma, sino también revisar procesos internamente, capacitar equipos, definir protocolos de
activación, almacenamiento y auditoría de evidencias, y seleccionar tecnología adecuada
que realmente cumpla con los requisitos operacionales y legales. Quienes se anticipen no
solo cumplirán la ley: estarán mejor preparados para enfrentar un entorno cada vez más
desafiante.
En un país que exige más control, más evidencia y más responsabilidad, el paso a la Ley
21.659 marcará un antes y un después en la industria y las cámaras corporales serán un eje
central de ese cambio, no solo como herramienta tecnológica, sino como ícono de una
seguridad más profesionalizada y orientada al ciudadano. Para quienes deseen profundizar
en los desafíos, oportunidades y nuevas obligaciones que trae la Ley 21.659, los invitamos a
revisar nuestro capítulo de Pulso Mobilink, el podcast donde junto a especialistas del sector
abordamos casos reales, buenas prácticas y tendencias internacionales en el uso de
tecnología aplicada a la seguridad privada.
Fuente: viacentral.