- La iniciativa busca validar el comportamiento de estas variedades en climas cálidos con miras a su comercialización internacional.
La Universidad de Talca, a través del Centro de Pomáceas, en conjunto con la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), impulsa un proyecto orientado a integrar en el mercado nuevas variedades de manzano capaces de enfrentar los desafíos del cambio climático.
Se trata de la iniciativa “Validar agronómica y comercialmente nuevos híbridos de manzano obtenidos en Chile, frente a condiciones de alto estrés ambiental”, que cuenta con financiamiento de FIA y un plazo de tres años para evaluar el desempeño de estas variedades en zonas de clima cálido.
Daniela Simeone, investigadora del Centro de Pomáceas, lidera el proyecto que apunta a mejorar las condiciones de la producción y comercialización del cultivo nacional en el mercado mundial, ya que, durante los últimos años la industria se ha visto afectada puesto que las zonas de cosecha se han ido desplazando hacia el sur del país.
“La falta de frío invernal y condiciones de altas temperaturas en el verano con baja humedad relativa, estresan a los ejemplares y generan alteraciones en el color de la fruta y daño en su epidermis. La investigación busca variedades que se adapten a las condiciones del verano sin alterar la calidad de la fruta. Queremos que estas selecciones se adapten bien a condiciones de clima cálido y estresantes propias de la zona central y productora de manzana”, explicó la investigadora.
Para ello, se cultivarán especies en San Fernando, Molina, Pelarco, Linares y Angol, las que cuentan con estrictos parámetros de selección que apuntan a una comercialización internacional. Además, entre sus características destacan el color de la fruta, la textura agradable al paladar, su firmeza, jugosidad y por último un balance óptimo en cuanto acidez y azúcar.
“Existe una selección que es un poquito más ácida, que podría apuntar a un mercado de Europa del Norte y otra más dulce, que quizás se posicione hacia el Lejano Oriente o China. Hay otras que son bastante crocantes, con una textura de pulpa suave, que podrían ir hacia Norteamérica, a Estados Unidos principalmente”.
Los desafíos que siguen
Por su parte, Gonzalo Rueda, Ejecutivo de Innovación de la FIA, detalló por qué la fundación apoya este tipo de investigaciones que obtuvieron las mencionadas selecciones por el desarrollo del “Programa de mejoramiento genético asociativo del manzano”, que comenzó el año 2007 y finalizó el 2024.
“Los procesos de innovación son a largo plazo, sobre todo cuando hablamos de nuevas líneas o variedades potenciales en un futuro. Los primeros cruzamientos se hicieron en el año 2007, después en el 2012 con el proyecto Corfo. No puede quedar un proyecto detenido por falta de financiamiento en la última etapa del proceso, más cuando hay un potencial mercado”.
Finalizado el proceso de prueba, comenzará la búsqueda de comercialización de las variedades probadas, lo que debe generar primero, una bajada a los agricultores y productores, y segundo, un ingreso al mercado.
“Es un desafío importante porque primero es llegar con las líneas probadas, que demuestren una superioridad ante otras variedades y después lograr posicionarlas en el mercado. Esto manteniendo los ejes que la fundación ha priorizado para las iniciativas que van justamente hacia la línea de la eficiencia hídrica, sistemas alimentarios sostenible, adaptación y mitigación al cambio climático”, agregó Rueda.
Fuente: Universidad de Talca