- Cada vez más establecimientos escolares se suman a la jornada mundial que promueve enseñar fuera del aula y en contacto con la naturaleza. La iniciativa, impulsada por Fundación Patio Vivo y Fundación Olivo, busca transformar los patios escolares en espacios vivos de aprendizaje, mejorando la concentración, la creatividad y la salud emocional de los estudiantes.
Santiago, noviembre de 2025.- Cada vez más colegios en Chile están sacando las clases fuera del aula. Lo que comenzó como una tendencia internacional -impulsada por el movimiento Outdoor Classroom Day, que se celebra cada año en más de 180 países- hoy gana fuerza localmente, demostrando que aprender en contacto con la naturaleza no solo mejora el ánimo de los niños, sino también su rendimiento académico.
Diversas investigaciones señalan que las clases al aire libre pueden aumentar hasta en un 30% el rendimiento escolar, reducir los niveles de estrés, mejorar la concentración y fomentar la creatividad. Además, los estudiantes que aprenden fuera del aula realizan 25% más actividad física y muestran un compromiso ambiental 30% mayor que aquellos que permanecen siempre en espacios cerrados.
En Chile, esta metodología ha sido impulsada por Fundación Patio Vivo, que lleva más de una década transformando patios escolares en entornos naturales de aprendizaje. Con más de 100 proyectos desarrollados en todo el país, la organización promueve que los espacios de recreo se conviertan en aulas vivas, donde niñas y niños puedan explorar, moverse y aprender desde la experiencia.
“Aprender al aire libre no es solo una actividad puntual, sino una oportunidad para transformar la manera en que entendemos la educación. Cuando los niños pueden observar, tocar y experimentar, el aprendizaje se vuelve más significativo y duradero”, explica Ángela Ibáñez, cofundadora y presidenta de Fundación Patio Vivo.
Junto a Fundación Olivo, la organización ha puesto en marcha un programa de formación docente que busca integrar la naturaleza en asignaturas como matemáticas, lenguaje, ciencias y arte, fortaleciendo la conexión entre los contenidos curriculares y el entorno cotidiano.
“Las clases al aire libre han demostrado tener múltiples beneficios para lograr un aprendizaje integral, y que iniciativas como estas se estén implementando en Chile nos parece una gran oportunidad para lograr experiencias de aprendizaje profundo”, señala Constanza Severin, coordinadora de Educación de Fundación Olivo.
Opinión que comparte Marcial Huneeus, director de Innovación e Incidencia de Patio Vivo, quien enfatiza que “transformar los patios en lugares vivos y educativos fortalece la comunidad escolar, promueve el bienestar y fomenta el compromiso ambiental. Queremos que cada colegio en nuestro país tenga un espacio donde aprender en contacto con la naturaleza sea parte cotidiana del proceso educativo”.
El impacto de esta tendencia ya se refleja en otros países. En Escocia, Finlandia y Australia, el tiempo de aprendizaje fuera del aula creció de un 45% en 2017 a casi un 70% en 2020, según el Outdoor Classroom Day Global Impact Report.
Además, los expertos coinciden en que las clases al aire libre favorecen la inclusión educativa, ya que muchos niños que enfrentan dificultades dentro del aula logran participar y aprender mejor en entornos naturales, donde el movimiento, la observación y la colaboración abren nuevas formas de aprendizaje.
Fuente: 360 Comunicaciones