- Con una formación que integra las áreas sanitaria, educativa y psicosocial, la casa de estudios celebró la titulación de 34 profesionales que conforman la cohorte inaugural de la carrera.
Con emoción y orgullo, 34 nuevos profesionales recibieron su título en la ceremonia que marcó el egreso de la cohorte inaugural de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de Talca.
“Muy emocionada. Es un orgullo ser la primera generación”, expresó Ivette Poblete, titulada de la UTalca que escogió esta carrera por vocación, “para ayudar al prójimo, trabajar en rehabilitación y contribuir a la sociedad”.
Así como Ivette, Camila Huenchuquen también eligió este camino de la terapia ocupacional motivada por la pasión y el deseo de aportar desde su labor a la salud mental. “La verdad es que yo nunca me vi haciendo otra cosa. Lo descubrí cuando estaba en octavo básico y de ahí nunca lo solté”, relató la reciente egresada.
La formación de estas profesionales refleja el enfoque ético, humanista y social que distingue a la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad de Talca. La directora de la escuela, Camila Mosquera, recalcó que, “son terapeutas ocupacionales comprometidos con el desarrollo de las comunidades y con todo el aporte que podamos hacer a nivel territorial, que es fundamental para las universidades regionales”.
Cabe destacar que esta escuela es la única dentro de las universidades estatales que pertenece a una Facultad de Psicología. “Este proyecto comenzó con el objetivo de seguir potenciando el trabajo respecto a la salud mental y al bienestar”, añadió la decana de la Facultad de Psicología de la UTalca, Carolina Iturra.
Campo laboral
Un terapeuta ocupacional se desempeña en diversos ámbitos vinculados a la promoción de la autonomía y la inclusión de las personas en sus entornos. Estos profesionales trabajan con personas de todas las edades que enfrentan dificultades físicas, cognitivas, sensoriales o psicosociales, diseñando estrategias de rehabilitación, adaptación y acompañamiento para mejorar su calidad de vida.
Su labor se centra en favorecer la participación significativa en las actividades de la vida diaria, tanto en contextos de salud, educación, trabajo y comunidad. “Nuestro campo es muy amplio, transitamos en ámbitos de orden sanitario a psicosociales, e incluimos también toda la perspectiva en el ámbito educacional. Con los nuevos retos y desafíos en inclusión, tenemos un rol central”, expresó Camila Mosquera.
Por su parte, la decana destacó las proyecciones laborales de esta primera generación. “Cada vez se requieren más terapeutas ocupacionales. En ese sentido, no me cabe duda de que esta primera promoción tendrá una inserción rápida en el mundo laboral, lo que nos impulsa a seguir fortaleciendo no solo nuestra presencia como universidad, facultad y escuela, sino también nuestro compromiso con el desarrollo de la sociedad”, finalizó.
Fuente: Universidad de Talca