Alex Behn, director del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) señala que la falta de preparación del entorno de una persona que experimenta problemas de salud mental es uno de los factores que dificulta la recuperación de enfermedades mentales.
Uno de cada 3 chilenos tiene síntomas de depresión, ansiedad u otras enfermedades mentales y el suicidio es la principal causa de muerte a nivel juvenil. Pese a estas alarmantes cifras, el 45,6% de los chilenos dice no tener las herramientas para ayudar a alguien con una enfermedad de salud mental. Así lo revela el primer estudio nacional que pone en evidencia una crisis silenciosa: la de quienes cuidan, pero no saben cómo.
La salud mental ya no es un problema ajeno para los chilenos. Según el “Primer estudio sobre acompañantes de salud mental en Chile”, realizado por Simplicity y Provokers, 2 de cada 3 personas han acompañado a alguien con depresión, ansiedad u otro problema de salud mental. Sin embargo, lo alarmante es que el 45,6% declara no sentirse preparada para hacerlo. Y muchos, además, terminan afectados emocionalmente por el desgaste.
La cantidad de personas que experimentan depresión junto a la falta de capacidades para el acompañamiento y el agotamiento de cuidadores , dibuja un escenario crítico. El 54,1% de quienes cuidan a otros admite que su propia salud mental se ha visto afectada en el proceso.
“El acompañamiento no reemplaza la atención profesional, pero muchas veces es el primer y único soporte que tiene una persona para pedir ayuda. Si ese apoyo falla, la persona puede quedar completamente sola, y eso, en casos graves, puede aumentar los riesgos asociados a las enfermedades mentales”, advierte Alex Behn, director del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP).
En Chile, por ejemplo, el suicidio es la principal causa de muerte de jóvenes entre 15 y 29 años, según datos del Ministerio de Salud. Esta realidad pone aún más en evidencia la necesidad de fortalecer no sólo el sistema de salud, sino también las redes de contención cotidiana.
La tarea de acompañar: dura, solitaria y no reconocida
El estudio fue realizado por la consultora Provokers, por encargo de Simplicity, en el marco de la iniciativa Solamente Unidos, una campaña impulsada por la agencia de comunicaciones en colaboración con el Instituto MIDAP y la Fundación Círculo Polar. Se trata de la primera investigación nacional centrada en quienes acompañan procesos de salud mental, revelando el alto nivel de desgaste emocional que enfrentan.
El 86% de los encuestados considera que acompañar es una tarea muy difícil, pero sólo el 17,5% ha recibido algún tipo de capacitación. El resto debió aprender en el camino o buscar información por su cuenta, sin una guía formal ni apoyo especializado.
Un 31% dice haberse visto afectado por la falta de apoyo emocional y, en el caso de las mujeres, esa cifra asciende al 40%. Otros aspectos de la vida diaria que las personas perciben que pueden contribuir al desarrollo de trastornos mentales son el agotamiento físico y mental (25%) y la pérdida de un ser querido (17%).
En cuanto a la percepción de las personas, el 48,8% asocia las enfermedades mentales con necesidad de apoyo, el 45,4% la relaciona con el suicidio y el 40,9% a la tristeza.
Además, un 36,4% de los encuestados reconoce haber vivido personalmente un problema de salud mental. Esta cifra se eleva a 50,3% entre los jóvenes y a 42,8% en el caso de las mujeres, lo que muestra cuán extendida es esta realidad en distintos grupos de la población.
Pese a ello, un 65% cree que la sociedad trata mal a quienes enfrentan estas dificultades, y un 68% siente que el rol de los acompañantes no es suficientemente valorado.
“Detrás de cada proceso de recuperación hay alguien que escucha, contiene, cuida. Pero esa figura no tiene nombre, no tiene espacio, y tampoco tiene apoyo. Este estudio busca poner luz sobre eso, porque de esta manera, poniendo el foco de la atención en el acompañamiento ayudamos a las personas que requieren ese apoyo.”, señala Paula Lacámara, directora de la iniciativa.
Una necesidad instalada: formar y apoyar a quienes cuidan
Más allá de los datos personales, el estudio también refleja una demanda instalada en la ciudadanía. La gran mayoría de los encuestados apoya que exista una ley que reconozca y proteja el rol del acompañante, y pide una mayor cobertura en salud mental, tanto en el sistema público como privado. También se valora la existencia de talleres, guías prácticas en redes sociales y espacios de contención para familiares y cercanos. “Saber apoyar implica combinar nuestra disposición humana para la empatía y el cuidado, con algunos conceptos y estrategias básicas que vienen de la psicoeducación. Esto contribuye además a derribar estigmas sobre la salud mental”, afirma Alex Behn Director de MIDAP.
“Este estudio confirma lo que muchas familias viven en silencio: que sin apoyo cercano, muchas personas no logran sostener sus tratamientos. Reconocer a quienes acompañan es un paso urgente para enfrentar esta crisis de forma integral”, afirma Flavia Gal, presidenta de la Fundación Círculo Polar.
Una invitación a agradecer
Los resultados completos del estudio están disponibles en www.solamenteunidos.cl, donde ya se han compartido más de 1.000 testimonios en distintos formatos (video, audio o texto) que agradecen a quienes estuvieron presentes en momentos difíciles, y seguirá abierto durante todo octubre por ser el Mes de la Salud Mental..
“El silencio sigue siendo el peor enemigo de la salud mental. Con Solamente Unidos queremos romperlo y abrir un espacio de gratitud hacia quienes acompañan, porque nadie enfrenta esto solo. Mientras más voces se sumen más preparados estaremos como sociedad para enfrentar juntos los desafíos actuales en salud mental”, concluyó Paula Lacámara.
Fuente: Simplicity.