Juan Cristóbal Guerrero
Director de Kinesiología
Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia
En las últimas semanas, hemos visto un aumento de los casos de niños que presentan un cuadro de tos convulsiva, una enfermedad causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se transmite por gotitas en el aire, lo que la vuelve muy contagiosa y que debería llamar la atención de los grupos familiares, ya que no se trata de sólo un resfrío pasajero, si no que se expresa en noches con cuadros de tos persistente, incluso hasta quedarse sin aire, que podría presentar apneas y vómitos.
La enfermedad empieza de manera engañosa, con síntomas leves como secreción nasal, fiebre baja y tos suave, que fácilmente podrían confundirse con un resfrío común. Pero pronto se transforma en ataques de tos intensos, repetitivos y prolongados, acompañados de un silbido inspiratorio, producto de que la mucosidad se espesa y se acumula en las vías respiratorias.
En los lactantes, los signos pueden ser más graves, e incluyen pausas respiratorias, cianosis, dificultad para alimentarse, abstinencia alimentaria y podrían comprometer la vida de un lactante si no se toman medidas acordes a la severidad del cuadro.
Aunque otras infecciones respiratorias, como la influenza o el virus respiratorio sincicial, también están presentes en el ambiente, la tos convulsiva se distingue por su intensidad y duración. Existe además el síndrome coqueluchoide, que imita los síntomas, pero con evolución más breve y menos grave. Para las familias, estas diferencias clínicas son difíciles de identificar, por lo que la consulta médica oportuna es muy importante.
En Chile, esta enfermedad se previene por medio de la vacunación a niñas y niños de 2, 4, 6 y 18 meses; menores entre 1° y 8° básico; gestantes desde las 28 semanas, pero persisten brechas en los refuerzos y la vacunación en embarazadas apenas alcanza un 72 % en promedio. Vacunar durante el embarazo protege a la madre y transfiere anticuerpos al recién nacido, ofreciendo una defensa crucial en los primeros meses de vida, donde el cuadro se presenta con mayor severidad.
Hasta el mes de julio se han registrado casi 400 casos de coqueluche o tos convulsiva, lo que obligó al Ministerio de Salud a declarar alerta epidemiológica para intensificar la vigilancia y asegurar diagnósticos oportunos, lo que coincide con una alerta emitida por la Organización Panamericana de la salud. La tos convulsiva puede causar severos daños, pero también es evitable. Su contención depende de la responsabilidad colectiva, la vacunación y los ya conocidos, cuidados respiratorios.
Fuente: USS