El académico de la USerena, Dr. Héctor Bugueño, analiza cómo la IA transforma el aprendizaje, sus beneficios, riesgos y advierte sobre la urgencia de formar pensamiento crítico en estudiantes y sobre el uso reflexivo y ético en la enseñanza.
Hace no mucho tiempo, resolver una tarea o trabajo escolar implicaba largas horas en bibliotecas, revisando libros, práctica que fue siendo reemplazada por el uso de programas como Encarta o consultado con enciclopedias online como Wikipedia, pero incluso estas herramientas están siendo dejadas de lado por el uso de las nuevas Inteligencias Artificiales (IA), las que han revolucionado múltiples áreas de la vida de las personas, incluyendo la forma en se adquiere el conocimiento, ofreciendo respuestas instantáneas, redactando textos completos y hasta proponiendo ideas creativas.
Sin embargo, este avance plantea preguntas que tienen que ver con los beneficios y riesgos de su uso, además de las diferencias que supone el uso actual de la IA por sobre fuentes anteriores en términos de acceso, calidad y tipos de aprendizaje.
Respecto a esto, el Director del DEpartamento de Educación de la Universidad de La Serena, Dr. Héctor Bugueño, explicó que “aunque muchos defienden que la IA puede ser la solución a diversos problemas y dificultades que tiene la sociedad actual, hay pensadores como el historiador y escritor Yuval Noaḥ Harari que advierten que la IA es una amenaza sin precedente, ya que independiente de lo poderosa que pueda ser esta herramienta, su uso está supeditado a la voluntad humana”.
En línea con esto, el experto destacó que “al ser una inteligencia generativa, desconocemos hasta dónde podría llegar y también se debe tener en cuenta que estamos formando jóvenes con pensamiento crítico y reflexivo”.
Pese a esto, el Dr. Bugueño reconoció que “la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) plantea que la IA puede contener un gran potencial para abordar grandes desafíos en la educación actual, en términos de innovación en las prácticas de enseñanza y aprendizaje, acelerando los ritmos para la consecución de determinados objetivos, generando mayor equidad en términos de educación”.
En relación a si la IA puede favorecer los procesos de enseñanza, el especialista aseguró que “sin duda que la IA puede favorecer a un aprendizaje más profundo, no solo por la mejora en la velocidad de la obtención de la respuesta, sin embargo, es importante hacer las preguntas apropiadas, además el correcto uso de este insumo dependerá mucho del enfoque didáctico, metodológico, de los propios profesores y profesoras”.
Sin embargo, el Dr. Bugueño advirtió que “debemos entender que en la medida que la IA evoluciona, paradójicamente se vuelve menos artificial, ya que se hace cada vez menos dependiente del diseño humano, ofreciendo procesos inteligentes e imaginativos cuyos alcances aún desconocemos, y eso puede afectar el desarrollo de diversas habilidades en el ser humano, relacionadas con las creatividad y el pensamiento complejo”.
Alfabetización científica y tecnológica
Al ser consultado por cómo se podría abordar esta nueva revolución tecnológica, el Dr. Bugueño respondió que “es insoslayable avanzar hacia una mayor alfabetización científica y tecnológica, lo que significa potenciar habilidades de pensamiento científico, sistémico, complejo y creativo en todo estadio de la educación”.
También es necesario, recalcó, “cultivar el pensamiento crítico y reflexivo para que cada quien pueda construir opinión y por ejemplo, incidir incluso en políticas públicas acerca del uso de la IA”.
Ahondando en esto, el experto insistió en que “es indispensable que en las universidades se incorporen protocolos para el trabajo educativo en uso de IA y que esto se haga de la mano de los comités éticos-científicos respectivos es imperativo”.
Para el experto, “esta revolución ha traído consigo la necesidad de replantear la originalidad y la creación de las personas y comprobar cuando efectivamente la están utilizando”.
Sobre esto, el educador hizo hincapié en que “creo que si la IA es utilizada razonablemente puede disminuir fuertemente las desigualdades y favorecer el acceso al conocimiento, la investigación, para la diversidad de estudiantes y sus diversas expresiones culturales, disminuyendo la brecha digital, pero esto debe contenerse dentro de un marco reflexivo y con un enfoque de pensamiento crítico”.
“El uso correcto de la IA tiene que ver con una serie de factores éticos y estéticos que es importante discutir, resignificar en las propias aulas y en los espacios de reflexión educativa y esto es un enorme desafío para los educadores , ya que el uso de IA permite crear extraordinarios poemas, historias, incluso imágenes fantásticas, además de artículos científicos, lo que además va mejorando día a día”, puntualizó.
Fuente: Universidad de La Serena